Tabarnia, a todas partes donde miras estos días... Tabarnia.
Y es que Tabarnia, conjuntamente con OT, se han colado en forma de digestivo en nuestras sobremesas, cuando menos, para hacer menos pesados según qué temas que más vale no tocar si no quieres acabar a gritos con la familia.
Alguien que no sepa de qué se está hablando, podría pensar que todo forma parte de un nuevo entramado de la popular serie Juego de Tronos, pero la verdad es que Tabarnia, es como un digestivo cargado de humor y política que ha llegado a ser trending topic a escala mundial en los últimos días haciendo correr verdaderos ríos de tinta.
De Tabarnia se dicen muchas cosas pero son las siguientes, las cuales conforman esta nueva organización constitucionalista proyectada en 2011 bajo el lema Barcelona is not Catalonia y que ha resurgido desde el olvido en las pasadas elecciones del 21-D. Tabarnia muestra la unión, y nunca mejor dicho, de las provincias de Barcelona y Tarragona remontándose a unos orígenes históricos que nos hacen retroceder en el tiempo más de mil años.
Tiempos pretéritos donde el breve dominio musulmán de la ciudad de Barcelona, de escasos cincuenta años hasta el 801 d.C, proyectó una recuperación por parte de los Condados Catalanes y cristianos contra los musulmanes, consiguiendo así Girona en el 878 d.C, Tortosa en 1148 d.C y Lleida en el año 1149.
Irrumpiendo desde hace menos de una semana en nuestra realidad, Tabarnia pretende dibujar una nueva comunidad autónoma totalmente desvinculada del independentismo, ya que se considera independentista del independentismo, abrazando todo un territorio donde el pasado 21-D el partido encabezado por Inés Arrimadas fue el más votado.
Un territorio que según la organización hace muestra de ser la sensatez, el progreso y el emprendimiento catalán, pues engloba toda la geografía donde se llevaron a cabo los principales grandes cambios y avances en transportes con la aparición del ferrocarril y a nivel industrial con toda la revolución textil.
Con motivos y frases que nos pueden resultar familiares como alguien nos roba, en este caso Cataluña, Tabarnia se opone a la ley electoral y a la alta fiscalidad que grava los territorios de Barcelona y Tarragona, acusando a la Generalitat de sangrarlos para abastecer económicamente a todo el país.
Con importante presencia en los medios de comunicación audiovisuales, encontramos a Jaume Vives, este joven abogado de la parte alta barcelonesa y artífice del movimiento La Resistencia Catalana, que para todos aquellos que no lo recuerden, es este balcón de Pedralbes que casi despierta más expectación que cualquier balcón de la Puerta del Sol la noche de Fin de año.
Todo esto por no hablar del merchandasing que se ha generado alrededor de esta nueva marca y que ya abastece con camisetas y sudaderas por el módico precio de diez euros a todos aquellos que se sienten, eso sí según la RAE, tabernés o tabernesa, ya que esta prestigiosa institución también se posicionaba el pasado día de los inocentes designando los gentilicios de dicha Comunidad.
Todo un conjunto de argumentos que no hacen higo y que aparte de convocar un encuentro general el próximo veinte de enero, han producido innumerables reacciones entre las cuales destaca un movimiento a favor de un Tabarnexit o consulta para determinar si Tabarnia debe seguir formando parte de Cataluña. Un movimiento que parece no estar dejando indiferente ni a los mismos dirigentes políticos catalanes, quienes muchos de ellos no han tardado mucho en pronunciarse en las redes sociales generando polémicas instantáneas.
Mientras tanto en Cataluña todo sigue igual con los belenes de Ada Colau, los posibles fichajes del mercado de invierno futbolístico, los pasos de gripe o gastroenteritis y Puigdemont en Bruselas, quien me recuerda a aquel personaje de un libro de Eduardo Mendoza que no sabe cuándo volverá a casa pero con la principal diferencia de que, Puigdemont sí que da noticias y hace mensajes de Fin de año.
Como ya digo, unos días de relativa calma y tranquilidad donde parece que se ha dado tregua a la sucesión de múltiples jornadas históricas formadas por números y letras, las Repúblicas, el famoso artículo 155 y muchas más cosas que me hacen plantear qué número de horas tendrán que ocupar las Ciencias Sociales en Secundaria para poder explicar y encajar todo este atolladero en los libros de texto.
Jordi Nieto