Hace semanas que oímos por las noticias que ADIF está haciendo las últimas pruebas para poner en marcha la nueva variante del Corredor Mediterráneo entre Vandellòs y la Estación del Camp de Tarragona de Alta Velocidad.
Esta es una buena noticia para la Cataluña Sur, pero como siempre cargada de externalidades negativas por sus consecuencias. Es buena porque la gente del Ebro podrá conectarse más y mejor al Corredor Mediterráneo, hacia el Sur (Valencia) y hacia el Norte (Barcelona), pero ¿y en medio? ¿Qué pasará con las conexiones entre el Sur y el Camp de Tarragona y el Penedès?
En primer lugar, Tarragona y Sant Vicenç de Calders (Hub de trenes regionales del Penedès), perderán muchas, por no decir todas, las conexiones del Corredor Mediterráneo, que pasarán de la red ibérica a la red internacional, y esto no es nada bueno. Ni para la gente del Camp de Tarragona que se verán obligados a ir a estaciones situadas fuera de núcleos habitados, y para la gente del Penedès que no podrán hacer conexiones en Sant Vicenç de Calders, y verán eliminadas sus posibilidades de ir al sur de Cataluña.
Se dice que ADIF pondrá en marcha una nueva línea R17 de Port Aventura a Barcelona, pero que no permitirá poder conectar con ninguna línea para ir al Ebro. A la gente del Penedès les será más fácil ir a pasar por Barcelona para ir al Ebro, que no hacer tres cambios en Tarragona (estación de la ciudad, bus hacia la estación del Camp de Tarragona y de allí coger un tren hacia el Ebro, actualmente yendo a Sant Vicenç lo tenían todo solucionado).
¿Hay margen de mejora? Creemos que sí, pero hace falta voluntad política desde Madrid (Ministerio de Fomento) y apoyo desde Barcelona (Generalitat de Catalunya).
- Tenemos la posibilidad de utilizar un intercambiador que ya existe (Roda de Berà), que permitiría conectar la red ibérica, pasado Sant Vicenç de Calders, con la red internacional, el Corredor del Mediterráneo.
- También se podría recuperar la Reus-Roda para conectar el Penedès con la estación del Camp de Tarragona de Alta Velocidad.
- También se podría recuperar un proyecto que hace unos años había sobre la mesa que era el intercambiador de L'Arboç.
- Sin olvidar la imperiosa necesidad de construir un apeadero de Alta Velocidad en el Penedès a la altura de Vilafranca del Penedès, más necesario que nunca viendo las obras de Castellbisbal que pueden durar más de un año.
Si no reaccionamos como territorio, tanto el Camp de Tarragona como el Penedès, nuestra gente acabará empobreciendo su derecho de movilidad en transporte público ferroviario, y la calidad del mismo. El Ministerio de Fomento no puede dar la espalda a este territorio y es necesario que la Generalitat de Catalunya nos dé su apoyo.
El Camp de Tarragona y el Penedès no somos de segunda.
@jaumecasanas