Isabel Vilaseca lleva 6 años como voluntaria en la entidad del grupo de Tarragona y entró centrándose en las actividades que se llevan a cabo en el Norte haciendo charlas, talleres y acciones de incidencia política, entre otros. A finales de 2016 marchó durante dos meses a Francisco de Orellana (ciudad de la Amazonía ecuatoriana) en el marco del Programa de Conocimiento de la Realidad (PCR) de la entidad, con el propósito de conocer los proyectos a los que apoyan desde el grupo de Tarragona y su contexto.
-¿Cuándo nació la entidad y con qué objetivo? Ingeniería Sin Fronteras nace en 1992 impulsada por un grupo de estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona para realizar viajes de identificación y asistencias técnicas, así como actividades de sensibilización y denuncia en el mundo universitario. Con el tiempo la entidad evoluciona de la implementación de proyectos de cooperación muy técnicos a la implementación de programas de intervención integrales de desarrollo.
Originariamente ESF nace como una organización de cooperación al desarrollo centrada en las injusticias entre el Norte y el Sur Global, ejecutando proyectos de cooperación en diferentes países del Sur y proyectos de Educación al Desarrollo e incidencia política en el Norte dirigidos a visibilizar en nuestras sociedades los problemas del sur, luchar contra las causas atribuibles a los países del Norte y promover una concepción y uso de la tecnología al servicio del desarrollo. Pero en los últimos años, nuestro ámbito de actuación se ha extendido también a nuestro territorio donde, junto con otros colectivos de la sociedad civil catalana, española e incluso europea, trabajamos para combatir las injusticias que sufrimos también aquí y para construir modelos alternativos para satisfacer nuestras necesidades colectivas, entendiendo que el Norte y el Sur forman parte de un mismo mundo sometido a unas mismas reglas económicas que generan centros y periferias así como desigualdades entre clases, géneros, grupos étnicos, etc.
-¿Qué dirías que es la organización Ingeniería Sin Fronteras? Ingeniería Sin Fronteras es una asociación formada por personas de diversas edades (desde estudiantes a personas jubiladas) y procedencias; la asociación del territorio de Tarragona está formada por gente de toda la provincia. Es muy importante remarcar que no somos sólo ingenieros sino que somos un equipo pluridisciplinar en el que contamos con ambientólogas, abogadas, químicos, geógrafos, biotecnólogos, gente del ámbito de la comunicación y el periodismo, etc. Somos personas con pensamiento crítico que trabajamos por un mismo compromiso: la transformación social para un mundo social y ambientalmente más justo, en el que se hagan efectivos los derechos humanos.
Promovemos una visión crítica del desarrollo tecnológico. Denunciamos los impactos socioambientales negativos de algunas tecnologías así como las desigualdades económicas derivadas de los modelos de gestión de la tecnología y de las escalas en que se aplica. No entendemos la tecnología como un fin en sí mismo, sino como una herramienta, una herramienta más entre otras, al servicio de procesos de emancipación social, una herramienta para transformar democráticamente. Entendemos que los problemas ambientales y sociales de nuestros tiempos no se solucionarán a través de la mejora de la tecnología, sino a través de transformaciones económicas, epistémicas, éticas y políticas radicales.
-¿Cuántas asociaciones tenéis en la provincia? En Tarragona sólo tenemos un grupo que abarca toda la provincia (El Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre). No somos una asociación independiente sino un grupo territorial de ESF, que es una Asociación de ámbito Catalán que a la vez está federada con otras entidades (ISF) de otras comunidades autónomas del territorio español. El grupo de Tarragona está formado por gente que vive en Tarragona capital, Reus, Cambrils, Garcia, Salou y otros municipios. El grueso de nuestra actividad se concentra principalmente en Tarragona ciudad, pero hacemos bastante actividades también en Cambrils y Reus.
-¿Qué ámbitos de trabajo tenéis? En concreto desde el grupo de Tarragona apoyamos un proyecto de cooperación al desarrollo que se lleva a cabo en una provincia amazónica de Ecuador. En el marco de este proyecto se llevan a cabo actividades diversas para apoyar a un grupo de comunidades rurales en los procesos de gestión comunitaria de las redes de distribución de agua potable y para fortalecer las capacidades técnicas de las administraciones públicas así como las poblaciones locales para el control de la contaminación del entorno.
-¿Qué actividades lleváis a cabo? Para alcanzar nuestros objetivos llevamos a cabo actividades muy diversas. En los proyectos del sur realizamos documentales de denuncia, apoyamos técnicamente en la elaboración de normativa ambiental, elaboramos manuales sobre diferentes temas para la población local, hacemos estudios, diseñamos pequeñas infraestructuras, ofrecemos asesoramiento jurídico, hacemos talleres en comunidades, ofrecemos formación a las instituciones, ayudamos a tejer redes de apoyo entre diferentes organizaciones locales, entre otros.
En el Norte, impulsamos iniciativas legislativas populares, hacemos acciones de denuncia y desobediencia, organizamos charlas, hacemos investigación sobre los diferentes ámbitos temáticos en los que trabajamos, organizamos jornadas de análisis y debate, cinefórums, charlas, organizamos talleres para diversas edades con materiales de educación para el desarrollo creados por la misma entidad (cuentos, juegos, exposiciones, obras de teatro, etc.), participan en ferias de entidades y en actos y campañas lideradas por otras entidades.
-¿Qué requisitos se deben seguir para ser voluntario? Uno de los valores o rasgos distintivos de nuestra entidad es el peso que tiene el voluntariado. Es un voluntariado muy activo, con un sentido de pertenencia a la entidad muy fuerte y con control sobre todas las decisiones que se toman en la entidad. En principio los y las voluntarias mandan y el personal técnico contratado (liberados y liberadas) se limitan a ejecutar las propuestas y decisiones del voluntariado. Pertenecer a ESF es casi una forma de vivir.
Para entrar a ser voluntario del grupo de ESF de Tarragona, sólo hay que ponerse en contacto con nosotros. Una vez recibimos la petición, nosotros nos ponemos en contacto con las personas interesadas y nos reunimos con ellas para explicarles qué es la entidad (nuestro ideario, las actividades que hacemos, las formas en que nos organizamos tanto en el ámbito de grupo como en el ámbito de toda Cataluña, etc.).
Poco a poco les invitamos a conocer y participar de otros espacios de la entidad más allá del grupo de Tarragona, como la asamblea mensual del voluntariado (que llamamos CASA), reuniones de coordinación con otros grupos, o actividades organizadas por otros grupos. Anualmente celebramos unos campamentos con todos y todas los voluntarios y las voluntarias de la entidad, para tratar sobre todo temas internos de la organización y para poner los cuidados como pilar fundamental de nuestra forma de hacer y organizarnos.
-¿Los voluntarios pueden hacer una estancia en Ecuador, nos puedes explicar un poco más esto? Sí, los voluntarios y voluntarias que quieren hacer una estancia en nuestros proyectos de cooperación en Ecuador, a través del Programa de Conocimiento de la Realidad (PCR), deben estar pendiente de las convocatorias que anualmente se publican en nuestra web y se difunden a través de nuestras redes sociales. Por otra parte, a través del Programa "Colabora en un Proyecto de Cooperación Internacional" del Centro de Cooperación al Desarrollo "URV Solidaria", los estudiantes de la URV que sean seleccionados para las plazas de PCR pueden optar a una beca para cubrir la financiación de su viaje a Ecuador
Este programa PCR no pretende ser una simple plataforma para viajar sino que pretende ser una vía para invitar a personas a unirse a nuestro equipo y para hacerlo con conocimientos exhaustivos de las realidades en las que trabajamos. Valoramos especialmente que los candidatos y candidatas que se postulan a estas plazas tengan un compromiso previo con las actividades del grupo y se pide que este compromiso perdure después de la estancia. Además, para marchar con el programa de conocimiento de la realidad es obligatorio seguir un proceso de formación y asistir a los campamentos anuales de la entidad.
-Tú marchaste durante dos meses a Ecuador, ¿cómo fue tu experiencia allí? Durante aquellos dos meses, que compartí con el técnico expatriado y otro voluntario del grupo, estuve llevando a cabo tareas ajustadas a mi ámbito profesional, soy jurista especializada en Derecho ambiental. Empecé a trabajar en las investigaciones preliminares para la elaboración de dos ordenanzas ambientales provinciales sobre contaminación del agua y de los sedimentos respectivamente. También impartimos talleres en las comunidades rurales sobre el derecho humano al agua y sobre aspectos sociales conflictivos que se suscitan a menudo en los procesos de gestión comunitaria del agua. Además, escribimos y publicamos un manual divulgativo sobre esta misma temática. Adicionalmente, ayudé al otro compañero (él es ingeniero) en la recopilación de datos e información técnica y social para el diseño de un sistema de agua que se construirá entre dos comunidades rurales.
Aparte, de apoderarme como voluntaria de la entidad, fue una gran experiencia personal y profesional, así como una gran oportunidad para conocer las maravillas del territorio amazónico y en general las riquezas naturales del país. Profundizar en la realidad social y política de Ecuador y de la región donde trabajamos ha sido muy provechoso para ejercer mis tareas como voluntaria y para mi vida profesional.