El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil ha detectado la venta de productos fitosanitarios fraudulentos que han generado graves daños en cultivos de arroz del delta del Ebro. Los agentes han tomado declaración, como investigado, a un hombre de 37 años y vecino de un municipio de Cuenca, por haber vendido los productos a distribuidores ebrenses. El hombre está acusado de varios delitos relacionados con el medio ambiente, propiedad industrial, estafa, falsificación y daños. Además, se han inspeccionado varias empresas de la demarcación de Tarragona dedicadas a la distribución, donde se han intervenido más de 2.000 litros de productos fitosanitarios con una composición diferente a la que figuraba en la etiqueta del envase. El investigado vendía productos que se utilizan para el cultivo de cereal y que están catalogados como tóxicos para organismos acuáticos.
Según ha informado la Guardia Civil, el pasado mes de mayo los agentes tuvieron conocimiento de que varios agricultores de la zona del delta del Ebro habían sufrido graves daños en los cultivos de arroz a raíz de la aplicación de determinadas sustancias fitosanitarias -que se aplican en los cultivos para el tratamiento de enfermedades de los vegetales y para combatir plagas de parásitos-. Ante estos hechos, se abrió una investigación para ubicar la composición, origen, venta y distribución de la mercancía. Se inspeccionaron varias mercantiles dedicadas a la distribución de plaguicidas en la zona afectada y las primeras investigaciones permitieron identificar dos productos, cuyo etiquetado presentaba irregularidades y hacía sospechar de su falsificación. La Guardia Civil constató que los distribuidores habían adquirido los productos a un agente comercial de Castilla la Mancha que los había vendido a un precio muy competitivo. La policía calcula que, en cada una de las operaciones fraudulentas realizadas, el hombre obtenía un volumen económico de más de 90.000 euros y que un margen comercial un 75% más elevado. La toma de muestras confirmó que el producto de los envases no se correspondía con el etiquetado. Los agentes pudieron determinar que, aprovechando la similitud de las garrafas, se sustituyó la etiqueta de un producto de precio económico empleado para el cultivo de cereal, por otra etiqueta de productos que se utilizan para el cultivo del arroz -cuyo precio es tres veces superior al otro producto-. Esta comercialización, añade el Instituto Armado, se llevó a cabo sin tener en cuenta los efectos adversos de aplicar sustancias destinadas a cultivos de secano en un medio acuático como los arrozales, más aún cuando el producto está catalogado como tóxico para organismos acuáticos. Además, hay que tener en cuenta que muchas de las zonas afectadas se encuentran dentro del ámbito de protección del Parque Natural del Delta del Ebro. Finalmente, la investigación permitió localizar a un vecino de la demarcación de Cuenca que distribuía el producto a empresas de la zona del delta, con la etiqueta manipulada para imitar al de procedencia legal y sin las garantías necesarias en seguridad y calidad del mismo. Por este motivo, los agentes citaron al hombre en dependencias policiales, donde le tomaron declaración. Las diligencias se han entregado al juzgado de instrucción número 1 de Amposta.