Otro caso de violencia vicaria, la más difícil de comprender, contra una niña de 6 años por parte de su madre. Sucedió en la localidad de Quilmes (Argentina) cuando una menor ingresó al hospital de Wilde con signos claros de intoxicación. Los médicos pudieron determinar que había sufrido una ingesta masiva de ansiolíticos, concretamente clonazepam.
Los médicos, practicándole un lavado de estómago, pudieron salvar la vida a la niña. Acto seguido informaron a las autoridades policiales, ya que pudieron determinar que no era la primera vez que se le suministraban ansiolíticos a la menor, ya que la habían ingresado otras veces en el hospital con síntomas similares. La niña ha tenido que permanecer ingresada varios días debido al alto grado de intoxicación que presentaba.

INTERVIENE LA POLICÍA
La policía, tras hablar con el personal médico, procedió a detener a la madre de la niña (de 31 años). Registraron la casa de la detenida, con permiso judicial, y encontraron un bote con restos del ansiolítico que había hecho ingerir a la niña.
El juez ha determinado que la mujer continúe en prisión provisional y la ha procesado por los cargos de tentativa de asesinato agravado por el vínculo filial. La niña, por su parte, está totalmente fuera de peligro y desintoxicada.
CUIDADO CON LAS BENZODIACEPINAS
El clonazepam es un ansiolítico del grupo de las benzodiazepinas. Se utiliza tanto para controlar cierto tipo de convulsiones como para aliviar los síntomas de angustia y los ataques de pánico. Como todos los medicamentos, es inocuo si se toma con receta y a las dosis establecidas por el médico.
Pero su ingesta masiva provoca una depresión del sistema respiratorio, que puede derivar en coma e, incluso, poner fin a la vida de quien lo ingiere, especialmente cuando se combina con opioides (como determinados medicamentos para la tos). En cualquier caso, es recomendable no ingerir más dosis de la que recomienda el prospecto.