Andrés Ordóñez, de 31 años, era un chico muy popular en su barrio de Bosa, cerca de Bogotá (Colombia). Salió de casa para ir a comprar, como hacía habitualmente, cuando, sin más ni más, un hombre lo atacó con un arma blanca y, de cinco puñaladas, le quitó la vida en plena vía pública.
El agresor se marchó caminando ante la mirada de mucha gente, como si no hubiera pasado nada. La impactante escena quedó registrada gracias a las cámaras de seguridad de la zona.
El asesino, un hombre de 45 años con numerosos antecedentes penales, como robos a domicilios y a personas, y tráfico ilegal, fue capturado por la policía. Ante el juez, no aceptó los cargos, pero este decidió enviarlo a prisión preventiva.
UN HOMBRE MUY QUERIDO EN EL BARRIO
El hermano de la víctima, Mauricio Ordóñez, ha declarado que "Realmente nos sentimos un poco aliviados, pero queremos que todo el peso de la ley caiga sobre esta persona, ya que no causó dolor solo en una familia, sino en todo un barrio."
"Era la alegría para todos. Propietarios de locales, vecinos, amigos... Era el alma de la fiesta, ayudaba a conseguir trabajo a las personas que lo necesitaban. Queremos que la libertad no le llegue a esta persona."
"Nos sentimos tristes, angustiados y sobre todo en peligro, ya que no es la primera vez que esta persona entra en una prisión, ya son 17 veces. Exigimos que le caiga todo el peso de la ley".
La policía está intentando esclarecer las razones que llevó al asesino a acabar con la vida de una persona tan inocente e indefensa.