Hugo Nuñez, coordinador de los socorristas de la Cruz Roja en Tarragona: "Un 80% de los bañistas no siguen nuestras indicaciones"
11 de agosto de 2017 a las 13:32h
Hablemos de seguridad, ¿qué es lo más importante a la hora de ir a la playa? Primero de todo, que el usuario venga hidratado, comido, que se ponga crema solar y que controle la exposición al sol. Además, si viene con niños, hay que tenerlos controlados, para facilitar esto, repartimos pulseras identificativas. Hay que respetar al máximo las indicaciones de la playa, como las zonas prohibidas al baño o las banderas informativas para saber si el usuario se puede bañar o no. Se deben seguir las indicaciones de los socorristas. - ¿Cree que la figura del socorrista está validada entre la ciudadanía? Depende del usuario, pero en gran parte no. Un 80% de los usuarios no siguen las indicaciones. - ¿Cómo se está desarrollando la campaña de este año? Está siendo una campaña complicada porque hemos tenido bastantes días de mala mar, lo que conlleva un agotamiento físico y mental muy elevado. En un día de bandera roja el socorrista no para, ya sabe que si no vigila, los usuarios volverán a adentrarse en el agua. Por lo tanto, si nosotros normalmente tenemos turnos de rotación, ya que un socorrista no puede pasar más de 50 minutos vigilando, ese día estamos todo el día a pie de playa vigilando la zona. Por otro lado, hemos tenido días de viento. Hace poco tuvimos un temporal que nos arrancó dos torres de vigilancia. En adición a todo lo que te he contado, nos encontramos con que hay más actos vandálicos que otros años. Parece que se ha puesto de "moda" doblar nuestros mástiles. Estas acciones nos complican el trabajo, ya que tenemos que dedicar tiempo a resolver estos problemas cuando, en realidad, no es el trabajo de nuestro día a día. - ¿Cómo podemos fomentar una buena convivencia entre los ciudadanos que disfrutan de las playas tarraconenses? En primer lugar, se debe tirar la basura en su lugar y no dejarla en la arena. En segundo lugar, pueden venir con los servicios públicos de transportes a las playas, para evitar colapsar los aparcamientos. Como hemos dicho antes, hay que respetar las indicaciones de los socorristas, en caso contrario ellos no pueden vigilar el resto del espacio asignado. - ¿Hay alguna playa o cala que sea más difícil de vigilar? Sí que tenemos zonas que son más difíciles de vigilar, aun así como es un servicio que hace 50 años que lo damos, hemos aprendido de la experiencia y acabamos encontrando la forma de solucionar las situaciones. Estamos muy contentos y orgullosos del servicio que damos actualmente. - En una entrevista que le hicimos usted dijo que la mortalidad por ahogamiento en las playas se está reduciendo cada año. ¿Continúa así? Lo que se entiende por persona ahogada en la playa –una persona que por razones del mar se acaba ahogando— está desapareciendo. Los principales motivos por los que se ahogan los usuarios son porque estos acceden a zonas prohibidas o padecen de enfermedades que son imposibles de prevenir, como las cardiopatías congénitas. - ¿Existe un perfil de personas que sean más vulnerables? Por estadísticas, en casos de reanimación de personas, nos encontramos con que la gente mayor es un grupo vulnerable. Se trata de personas que tienen más de 50 años y en su mayoría son hombres. - En caso de vivir esta situación, ¿cómo debemos actuar los ciudadanos? Hay dos opciones: Si hay un puesto de socorrismo cerca, se debe avisar a los socorristas; en caso de que el punto de socorrismo se encuentre más lejos, hay que llamar a Emergencias (112). Igualmente, siempre se debe avisar al socorrista más cercano a la zona para poner en marcha más rápidamente el protocolo de actuación. - ¿Es fácil coordinar a los socorristas repartidos en las playas tarraconenses? No, nada. Somos 50 personas que estamos trabajando y cada uno es un mundo. Son 16 puestos de vigilancia, donde cada día nos encontramos con algún acto vandálico que conlleva más trabajo. Siempre intentamos organizarlo lo mejor posible, pero día a día te hace cambiar para adaptarte al momento y nunca tienes todo preparado. - ¿Considera que hay suficientes socorristas? No (ríe). Siempre te diría que somos insuficientes, ya que un socorrista tiene una zona de cobertura donde debe vigilar a entre 300 a 500 personas. Controlar el estado de este número de personas en el agua es muy complicado. Por eso es tan importante que se haga caso a las indicaciones de los socorristas. - Cambiando de tema, este año estrenan una zona habilitada para personas con movilidad reducida en la Arrabassada. ¿Qué mejora ha supuesto esto? Las personas con movilidad reducida están encantadas. Además, ahora hay socorristas que se dedican exclusivamente a atenderlos y, también, se ha aumentado el número de sillas acuáticas. - Respecto a la accesibilidad, ¿cuáles son la "mejor" y la "peor" playas para ir? La mejor, sin duda, es la Arrabassada. En el caso contrario, la playa del Tamarit es la que necesita más mejoras. - Pero hay algunos usuarios que se quejan de que las pasarelas de las playas no llegan a la costa... En el caso de la Arrabassada, hay una que llega. Se han hecho muchas mejoras, pero aún queda mucho por hacer. Creo que se está dando pasos firmes en la dirección correcta.