El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha confirmado este lunes que no cederá espacios municipales para la celebración del referéndum del 1 de octubre. El alcalde, que ha asegurado que ya se ha dirigido al Gobierno con una carta "muy respetuosa", ha justificado que las resoluciones del Tribunal Constitucional no dejan "lugar a dudas". Además, Ballesteros ha criticado que la Generalitat haya "pasado la pelota" a los alcaldes porque si quiere, ha dicho, puede hacer cualquier consulta a los más de 50 colegios de su propiedad. "Creo que lo que quieren es trasladar o compartir presiones y responsabilidades, y eso no es exactamente digno de un Gobierno de Cataluña", ha espetado. El alcalde se ha referido a ello tras el acto institucional de la Diada en la ciudad, donde decenas de personas han interrumpido su discurso mientras reclamaban poder votar. Numerosos asistentes han mostrado pancartas con los lemas 'Volem votar' y 'Votar es democracia', esteladas y urnas de cartón, que algunos partidos y entidades han depositado en la tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova.
El referéndum del 1 de octubre ha eclipsado el acto institucional de la Diada organizado por el Ayuntamiento de Tarragona en el paseo marítimo de la ciudad. Varios asistentes han expresado al gobierno municipal su voluntad de votar y lo han hecho silbando, con gritos y exhibiendo pancartas reivindicativas y esteladas. Incluso, han interrumpido en varias ocasiones el parlamento institucional de Ballesteros y han silbado la ofrenda floral del gobierno. Ballesteros ha confirmado que, aunque tenía intención de dar 48 horas de margen para responder a la carta del Gobierno de la Generalitat, "la resolución del TC no dejó lugar a dudas" y ya ha manifestado al ejecutivo su negativa a colaborar. "Este pase de pelota que nos han puesto en el tejado de alcaldes y alcaldesas no tocaba porque, en el caso de Tarragona, es una falacia que si los ayuntamientos no dejan colegios no se pueda votar, porque hay más de 50 colegios de su propiedad", ha expuesto. "Otra cosa es saber por qué tácticamente lo habrán hecho; creo que lo que quieren es trasladar o compartir presiones y responsabilidades, y creo que eso no es exactamente digno de un gobierno de Cataluña", se ha quejado el alcalde en declaraciones a los medios. Preguntado por si se siente presionado, el alcalde ha respondido que se siente libre. "Precisamente porque me siento libre y no cedo a las presiones he hecho algo que no es cómodo", ha subrayado. El alcalde ha evitado polemizar con las personas que han expresado su descontento durante el acto institucional y ha reconocido que "son muy libres de expresarse". "La convivencia requiere pluralismo, democracia y tolerancia", ha afirmado. Por otra parte, preguntado sobre los registros de la Guardia Civil en una imprenta y en un semanario, Ballesteros ha opinado que no le gusta ni considera que sea una buena imagen. Durante su parlamento, el alcalde de Tarragona ha apelado a los valores que han llevado al pueblo de Cataluña hasta el día de hoy. "Ante la intolerancia, el diálogo; ante la violencia, la paz; ante la tensión, la comprensión; ante el distanciamiento, mano tendida; ante la uniformidad, diversidad; ante el yo, el otro; y ante la intolerancia, el diálogo", ha expresado. Por otra parte, el alcalde ha hecho un reconocimiento al "magnífico trabajo" de los Mossos y el resto de cuerpos y servicios de emergencias en la gestión de los atentados de Barcelona y Cambrils. "Que el 11 de septiembre y el 17 de agosto nos haga más fuertes. Pensando en las futuras generaciones, no podemos heredar los conflictos y discrepancias que no hemos sabido resolver hoy", ha pedido. Urnas en la ofrenda floral Como es tradición, formaciones políticas -todas las que tienen representación en el Ayuntamiento, salvo PP y C's- y entidades de la ciudad han realizado su ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, con la particularidad de que las formaciones y entidades independentistas han añadido urnas de cartón. Incluso, los concejales de la CUP han dejado una delante del alcalde, que la ha cogido y la ha situado con el resto de ofrendas para ponerla en el lugar que le correspondía, según ha explicado él mismo. Una de las anécdotas de la jornada ha sido el momento en que un vecino le ha preguntado por qué no dimite y si irá a votar el 1-0: "No votaré, es una libertad que tengo", ha dicho Ballesteros, quien ha lamentado el enfado del hombre. Además, este ciudadano le ha pedido que intente que pueda expresar su libertad "abriendo las puertas" de los colegios, a lo que el alcalde le ha respondido que "seguro que la podrá expresar".
