Este mes de noviembre se debe presentar el nuevo proyecto de gestión definitivo del centro de creación contemporánea El Canal de Salt (Girona). Así lo ha anunciado la presidenta rotativa del consorcio que gestiona el espacio, Marta Madrenas. La previsión es que el centro reabra sus puertas a finales del año que viene una vez se hayan acabado todos los plazos administrativos y ya ha avanzado que volverá a ser por gestión indirecta. Precisamente, el director del Temporada Alta, Salvador Sunyer, lamenta que el centro lleve cinco años prácticamente vacío.
En una entrevista ha asegurado que lo que pasa con este equipamiento "es lo más triste que he vivido nunca en el mundo profesional". Sunyer también ha explicado que el festival Temporada Alta tiene problemas a la hora de programar sus espectáculos por la falta de equipamientos culturales grandes en el entorno de Girona. El director del certamen apuesta por hacer una obra sencilla y que permita encajar también a más público ya que ahora hay gente que se queda sin entrada en algunos espectáculos.
Por el Canal de Salt volverá a pasar creación contemporánea a finales de 2018. Así lo ha anunciado Marta Madrenas en la presentación del festival Temporada Alta este viernes. Madrenas es alcaldesa de Girona y ostenta la presidencia rotativa del Consorcio que gestiona este espacio de creación contemporánea. "En estos últimos meses se ha hecho muchísimo trabajo", ha asegurado. Ahora mismo encima de la mesa de los políticos ya hay un borrador del plan de gestión del Canal. "Este borrador que confirmo que lo tenemos encima de la mesa se tiene que acabar de perfilar y calculamos que en un par de meses tendremos el plan definitivo", ha explicado.
El plan prevé aspectos económicos y funcionales y después se hará el pliego de cláusulas para adjudicar una gestión indirecta como era antes. Por todo ello, Madrenas espera la reapertura a finales de 2018.
La espina del Canal Las producciones propias del Temporada Alta hacen que el equipo del festival tenga la mirada puesta en aquello que se podrá ver en los próximos tres años "o en el caso de una compañía internacional hasta el 2021", resalta. La galaxia del festival hace que haya trabajo todo el año con los certámenes en Argentina o Uruguay u otras actividades que hacen en Girona mismo.
Sin embargo, uno de los retos que impulsó el mismo Salvador Sunyer no ha funcionado como él esperaba. "El caso del Canal es lo más triste que he vivido nunca en el mundo profesional", afirma. El Canal es el centro de artes escénicas de Salt. Tenía que ser una de las patas del Temporada Alta con el fin de hacer emerger el sector de la creación teatral pero a estas alturas el director del Temporada Alta lamenta el estado actual.
Sunyer, que fue el responsable del Canal los cinco años que se adjudicó con gestión privada, critica la decisión en función de los resultados obtenidos. "En aquellos cinco años se hicieron 98 espectáculos que se vieron en 22 países y con 582.000 espectadores. ¿Qué se ha hecho estos cinco años que ha estado con gestión directa? Los espectáculos de Temporada Alta y poca cosa más", se lamenta. Para él, "la gestión se puede hacer pública o privada, pero lo que no se puede hacer es poner en marcha cosas y dejarlas no sabes bien bien por qué aparcadas".
Falta de un nuevo teatro La falta de equipamientos culturales adecuados se está empezando a convertir en una cotilla para algunas de las producciones del festival Temporada Alta. Además, la falta de espacios con un aforo más grande hace que haya gente que se quede sin entrada para verlos. Una solución para estas dos problemáticas sería, según el director del festival, la construcción de un nuevo teatro en la conurbación de Girona.
En una entrevista, Salvador Sunyer cree que después de "mucho tiempo ya toca hacer nuevos equipamientos culturales" en Girona o sus cercanías. Este nuevo teatro tendría que ser el equivalente del Auditorio con todo aquello relacionado con la música. Sunyer pide un espacio "no como el Archipel de Perpiñán que es muy grande sino uno más al estilo alemán, que es más barato con una estructura mucho más de nave industrial si se quiere pero que permitiera hacer teatro contemporáneo con unos aforos grandes".
Las damnificadas por esta falta de espacio son sobre todo compañías internacionales de teatro contemporáneo. Precisamente, que artistas internacionales hagan coproducciones con otros catalanes, es uno de los grandes objetivos que se pone Sunyer para reforzar en los próximos años. Sunyer argumenta que "en el momento que estamos se trata de dar fuerza a la producción de aquí por qué se trabaja con unos presupuestos muy pequeños". De hecho, explica que el año pasado el espectáculo inaugural del festival de teatro de Avignon valía tanto como todos los 100 que programó el Temporada Alta. Este año 26 de los 30 espectáculos de estreno se hacen con gente del país.
El equipamiento cultural que pide Sunyer serviría para toda la conurbación de Girona y considera "que el lugar concreto es indiferente". "Sea en Girona, en Salt, en Vilablareix o en Fornells la gente tendrá que coger el coche o el autobús", opina. Para él, la clave de este nuevo teatro no es el edificio, que no deja de ser "una caja", sino la funcionalidad y "sobre todo cómo se hará para que sea viable en un futuro".
Precisamente, uno de los males que Sunyer ve en la escena catalana es la exigencia de la rentabilidad: "en Cataluña los equipamientos públicos teatrales para salir adelante económicamente tienen que ir a ocupaciones del 90% y esto es una barbaridad". El director del Temporada Alta señala que en el resto del continente la cifra de cuadrar las cuentas está en una horquilla de entre un 55% y un 62% de aforo.
Esta situación repercute en el atrevimiento a la hora de programar. "Condiciona a la hora de programar y cuesta hacerlo con propuestas innovadoras" apunta Sunyer. Sin embargo, cree que Girona es una excepción "por tradición" a la hora de ver obras de teatro que salen de lo establecido.
