Franch estuvo en Els Pallaresos el día de la desaparición de Gallart y varios días antes

16 de noviembre de 2017 a las 08:55h
El juicio sobre la desaparición de Carme Gallart ha continuado este miércoles por la tarde con las últimas pruebas periciales antes de la declaración del acusado, Ramon Franch, que se producirá este jueves por la mañana. Agentes de la Unidad Central de Personas Desaparecidas y de la Unidad Central de Monitorización de los Mossos d'Esquadra han desgranado al jurado las ubicaciones del teléfono móvil del acusado en varias fechas clave, obtenidas a partir de los datos de antenas de telefonía. Los peritos policiales han confirmado que Franch se desplazó a Els Pallaresos al menos diez veces entre el 7 de mayo y el 18 de junio de 2015, presuntamente para hacer seguimientos de la víctima. Además, los mossos han ubicado al presunto asesino y a su víctima en la zona del aparcamiento de la Bajada del Toro, en Tarragona, el mismo día de la desaparición de Gallart. En el transcurso de un intenso careo, los peritos contratados por la defensa han replicado que los mossos partieron de datos erróneos para ubicar las antenas de telefonía y que no es posible afirmar que Franch hubiera estado en Els Pallaresos analizando, tan solo, el área de cobertura de los repetidores.
Las periciales de telefonía han contado con los informes de cinco agentes de los Mossos d'Esquadra y de tres especialistas contratados por la defensa de Franch. Durante varias horas, todos ellos han tenido ocasión de exponer sus conclusiones y de rebatirse los argumentos cara a cara, bajo la atenta mirada de los miembros del jurado popular que deberán decidir sobre la culpabilidad o la inocencia del agente de la propiedad inmobiliaria. Los agentes han ratificado que, en base a las antenas de telefonía que abastecían su teléfono móvil en cada momento, Franch se desplazó a Els Pallaresos en una decena de ocasiones entre el 7 de mayo y el 18 de junio de 2015, el día de la desaparición de Gallart. Durante estas visitas, que solían producirse siempre alrededor de las once de la mañana, Franch dejaba de tener datos móviles y solo recibía llamadas o SMS. La hipótesis de los agentes es que se desplazaba para hacer seguimientos de la víctima y que, durante este tiempo, desactivaba Internet porque así creía que no se le podría localizar. Uno de los argumentos esgrimidos por la defensa ha sido que los mossos no han podido determinar si la víctima, Carme Gallart, se encontraba en Els Pallaresos durante las visitas que Franch hacía a este pueblo y, por lo tanto, si efectivamente la hubiera podido vigilar o no. Según han remarcado los peritos contratados por el acusado, el análisis de las antenas no ofrece una posición exacta del teléfono sino una zona de cobertura y, a su parecer, no es posible afirmar que Franch estuvo en Els Pallaresos. Para los mossos, aquella antena solo presta servicio en el ámbito de este municipio y, por lo tanto, el teléfono de Franch estuvo indudablemente bajo su alcance. Los expertos de la defensa han señalado, también, que los mossos partieron de unos datos de posicionamiento erróneos de las antenas, dado que Movistar había confundido latitud con longitud en sus informaciones técnicas. Los agentes, sin embargo, han confirmado que las coordenadas se corresponden efectivamente con la ubicación de los repetidores. Uno de los peritos, en su informe, también ha cuestionado que la policía no detallara si el repetidor de la Móra correspondía a Móra la Nova o Móra d'Ebre, en la Ribera d'Ebre. En cambio, los agentes se referían a la urbanización de la ciudad de Tarragona que lleva este nombre y que es cercana al domicilio de Franch. Los mossos han hecho notar que la esposa de Franch se mantenía en Tarragona mientras él se desplazaba a Els Pallaresos, a pesar de que el acusado había pedido prestado el vehículo a una amiga, según su versión, para seguirla porque sospechaba que le era infiel. Los investigadores de la policía han exhibido recreaciones en vídeo de los movimientos del acusado en otras fechas, como el viaje fugaz a la provincia de Huesca el 31 de mayo -donde pasó poco más de media hora con los datos móviles desactivados- y el que hizo en el mismo lugar el 20 de junio, presumiblemente con el cadáver de Gallart ya en el interior del maletero, según los mossos. En esta ocasión, pasó más de dos horas y media sin conexión a Internet en el móvil hasta que emprendió el regreso. Los mossos sostienen que Gallart desapareció de manera "no voluntaria" Por otro lado, los peritos de los Mossos d'Esquadra han confirmado que la vecina de Els Pallaresos desaparecida interrumpió toda su actividad vital el 18 de junio de 2015 de una manera "no voluntaria" porque no se ha puesto nunca más en contacto con familiares o amigos, ni ha hecho uso de sus redes sociales, de sus productos bancarios, ni de ningún servicio público de la administración como ahora el CatSalut, que solía emplear recurrentemente. Asimismo, tampoco se preocupó de sus padres mayores -a los que cuidaba- ni asistió a su funeral cuando fallecieron este año 2017. Además, han recordado que había pendiente el juicio por estafa contra Franch, inicialmente previsto para finales de septiembre y, después, pospuesto a petición del acusado hasta mayo de 2016. "La incomparecencia de Carme Gallart llama especialmente la atención porque, después de casi nueve años de lucha para salir de la difícil situación que ha estado pasando, a tres meses del juicio abandona toda posibilidad de ser resarcida de su patrimonio y de vivir con mejores garantías económicas, sin decir nada ni dar ninguna indicación a su abogado", ha subrayado uno de los agentes de la Unidad Central de Personas Desaparecidas.