-A finales del mes pasado, firmasteis un convenio de colaboración con el Ayuntamiento, ¿en qué consiste? Sí, lo firmamos hace poco y es un convenio que nos permite colaborar con el Museo de Historia de Cambrils en cualquier actividad didáctica que se pueda realizar junto con la Cofradía de Pescadores, enfocada en especial al mundo marino y a la actividad pesquera, en general y al día a día de la que vivimos aquí en la Cofradía.
-Siguiendo con las actividades didácticas, este verano habéis llevado a cabo visitas guiadas a la Cofradía, ¿cómo han ido? El Patronato de Turismo de Cambrils nos dijo que había mucha gente interesada en ver la subasta del pescado después de que en julio del año pasado la volviéramos a instaurar después de 19 años. La verdad es que las visitas han tenido mucha gente y, por la gran demanda, ahora en el mes de septiembre también estamos haciendo, aunque al principio dijimos julio y agosto. Imagino que la demanda viene porque Cambrils es importante por su gastronomía y viene mucha gente a disfrutar de la comida, por eso, es valioso saber qué trabajo conlleva que el pescado esté en tu plato cuando estás en el restaurante.
-Ha dicho que es importante que la gente conozca cómo llega el pescado al restaurante. ¿Hay muchos establecimientos que sirven pescado de la Cofradía? No, la verdad es que no. Sólo hay 2 restaurantes que compran el pescado directamente de la Lonja. Después hay otros que nos compran a través de mayoristas que funcionan de intermediarios entre nosotros y los restaurantes; pero nosotros no sabemos qué restaurantes son.
-Los restaurantes que no compran vuestro pescado, ¿se aprovechan de la imagen que da? Sí, Cambrils tiene la etiqueta de pueblo marinero y los restaurantes se aprovechan de esto porque hay comercios que compran el pescado de otros lugares. Por eso, para dar una importancia a aquellos restaurantes que nos compran directamente, que este año son Les Fonts y el Denver Restaurant; nosotros les damos un certificado para que todo el mundo sepa que compran nuestro pescado.
-¿Cuál es la especie marina más apreciada por los pescadores de Cambrils? Nosotros no podemos escoger porque el producto que ofrecemos es el pescado de temporada, también depende de la época del año hay más demanda de una u otra. Los que vienen a comprar ya son conocedores de cuál es la mejor época del año de cada especie. El pescado de todo el año es la merluza o el boquerón, estas son las especies más predominantes.
-¿Cree que los cambrilenses tienen la conciencia del pescado de Cambrils? Sí, los cambrilenses valoran nuestro pescado. Pero es cierto que hay una falta de cultura del pescado en general, el problema no es el pescado de Cambrils sino la cultura de comer pescado y esto es algo que se debe promover a gran escala. Cambrils es un pueblo marinero y llama turísticamente, por eso, nosotros intentamos potenciar y explicar lo que hacemos. Por ejemplo, con los convenios que hemos hablado antes con el Patronato de Turismo y el Museo de Historia. Es importante que la gente sepa los beneficios de comer pescado, las doce horas que nos pasamos en el mar, el cuidado que tenemos los pescadores para tratar el pescado... Hay muchas cosas que se deben tener en cuenta para que la gente dé un valor añadido al pescado y pensamos que es responsabilidad nuestra explicarlo.
-La cultura del pescado de la que habla es necesaria... Sí, hace falta porque, en realidad, el pescado es uno de los elementos más naturales que hay porque come lo que tiene que comer, en el mar nadie le impone lo que tiene que comer. Hoy en día hay mucho pescado que no es conocido y que es, tanto o más bueno que los pescados conocidos, pero como no hay cultura de pescado, la gente lo desconoce.
-¿Cuáles son las principales reivindicaciones de los pescadores de Cambrils? Tenemos unas cuantas. En primer lugar, hace 3 años que no cobramos la veda. Nosotros la hacemos dos meses al año, la veda obligatoria es un mes pero nosotros hacemos dos para dejar la regeneración del medio marino para cuando volvemos; este mes obligatorio cobramos una veda y ya hace 3 años que no nos la pagan.
En segundo lugar, se desguazaron ocho embarcaciones del luz de la provincia de Tarragona porque no había pescado azul. Este año se ha empezado a realizar un estudio después de años y años que los pescadores dijéramos que algo no funcionaba; de sardina tampoco hay. Por estos ochos desguaces, daban ayuda a los propietarios de las embarcaciones, a los armadores, para desguazar la embarcación y también a los trabajadores para no trabajar en el mar. La ayuda de los armadores está tramitada pero en el de los marineros ha habido un error. En cada embarcación de luz van 10 personas, por 8 embarcaciones son 80 familias. 80 familias que, por ahora, no cobrarán la ayuda porque ha habido un error en el trámite.
-¿Se llevan a cabo muchos controles administrativos sobre vuestro pescado? Sí, esta es una de las otras reivindicaciones que tenemos porque tenemos muchas obligaciones burocráticas. Tenemos que llevar una caja azul que apunte dónde estamos en cada momento y un diario electrónico donde decimos cuándo salimos del Puerto de Cambrils, cuándo empezamos a pescar, etc. Si algunos de estos dispositivos no funciona, no podemos salir a pescar. Al final tenemos muchas obligaciones y perdemos más tiempo en la burocracia que en nuestro trabajo diario como tal.
-¿Piensa que el hecho de que haya tanta burocracia puede afectar a que los pescadores se cansen de su trabajo? Los pescadores lo somos porque nos gusta el mar y no nos gustan los papeles, a mí y al 80%. Pero si tengo que ir al mar y, además, hacer papeles, esto no es cosa nuestra. Si todos los partes que hacemos supiéramos que sirven, perfecto; pero es que a todo esto no le encontramos ningún provecho. Hay muchos pescadores a los que les gusta el oficio pero tener mucha burocracia y muchos inspectores en tierra, que nos vigilan como si fueran niños, que tienen que estar pero con ciertos límites porque cada vez hay menos barcas y los inspectores siguen siendo los mismos. Mantienen un control diario muy constante, tanto en el mar como en tierra. Por eso, si te pones a preguntar a los armadores que tenemos en Cambrils si quieren que sus hijos sean pescadores, la mayoría te dirán que no porque saben que es un esfuerzo y un riesgo que, muchas veces, no se ve recompensado. A ellos les gusta pero cuando piensan en sus hijos haciendo lo mismo, no lo quieren por las dificultades y por toda la burocracia.