Fira de Girona remonta la crisis y prevé cerrar 2017 con un beneficio cercano a los 50.000 euros después de arrastrar pérdidas durante ocho años. Desde 2009 la entidad ha cerrado los ejercicios en negativo. Unas pérdidas que sumadas ascienden a 1,3 millones de euros (MEUR), pero que no han supuesto un riesgo importante para la Feria ya que se han cubierto con ahorros propios y aportaciones de los patrones. La directora de Fira de Girona, Coralí Cunyat, reconoce que en los últimos años ha habido un descenso de la actividad, lo que incluso ha supuesto dejar de hacer algunos certámenes porque no eran rentables (como el Equus), ajustar gastos en general y afrontar también una reducción de plantilla. Ahora, sin embargo, espera que 2017 suponga "un punto de inflexión" y Fira de Girona vuelva a los números verdes. "Afrontamos un año fuerte y en positivo, y lo que hay que hacer es apostar por la inversión para poder vender mejor la Feria", concreta.
Signos de mejora en Fira de Girona. Después de que la auditoría encargada por la propia entidad haya reflejado unas pérdidas de 57.375 euros el año pasado, la dirección está convencida de haber superado la crisis y prevé unos beneficios de 53.500 euros de cara a 2017. Si se acaban confirmando estas cifras, supondría un cambio importante en los números de la Feria. Y es que la entidad ha perdido dinero en los últimos ocho años, coincidiendo con la crisis.
La directora de Fira de Girona, Coralí Cunyat, ha destacado la capacidad de la fundación para hacer frente a este déficit. De hecho, hasta el año 2009 Fira de Girona había acumulado unos beneficios de 734.532,33 euros. Unos ahorros que han servido para compensar las pérdidas junto con las transmisiones periódicas de los patrones (Ayuntamiento, Cámara de Comercio, Diputación y Gobierno). En el caso de la Generalitat, éstas se han hecho en concepto de aportación de capital estos últimos cinco años (y han ascendido a 455.000 euros).
Esto ha permitido hacer frente a las pérdidas, que desde 2009 suman 1.300.717,88 euros. Ahora mismo, la Fundación tiene un saldo negativo de 111.185,33 euros. Pero esto no afecta al día a día, porque Fira de Girona tiene suficiente flujo de efectivo –el conocido como 'cash flow'- para pagar las facturas a proveedores y las nóminas del personal y afrontar nuevos retos.
El 90% del presupuesto, de las ferias
"Debemos tener en cuenta que casi el 90% del presupuesto, que este año es de 1,2 millones de euros, proviene de las ferias que nosotros hacemos directamente", concreta Cunyat. La directora explica que Fira de Girona no se ha escapado de los efectos de la crisis, "como ha pasado a muchas empresas", pero también quiere poner de relieve "el esfuerzo que se ha hecho" para equilibrar números.
Entre los sacrificios que se han tenido que hacer está el de eliminar algunas ferias del calendario. Esto es lo que ocurrió con el Equus (que a pesar de repercutir en la ciudad, no era rentable para la Feria). Aparte, se ha reajustado gradualmente la plantilla y de los catorce trabajadores que había, ahora se ha pasado a siete (y el gasto de personal, según detalla la auditoría, ha quedado en poco más de 327.000 euros).
Coralí Cunyat también precisa que a lo largo de estos años no sólo han perdido patrocinadores, sino también aportaciones por parte de los patrones (que han bajado de los 384.286,76 a los 242.162 euros). La Cámara de Comercio, por ejemplo, ahora no las puede afrontar. Y todo ello, teniendo en cuenta que hasta finales de 2016 se estaba devolviendo un crédito de 1,2 MEUR que permitió instalar aire acondicionado en el Palacio de Ferias, renovar los lavabos, sustituir el equipo de megafonía o impermeabilizar la terraza que da al Auditorio.
"Poner la Feria al día"
Ahora, la directora explica que el año pasado ya empezaron a notar una recuperación. "La Feria de Muestras tuvo un 11% más de expositores y la contratación de espacios creció un 14%", concreta. Cunyat también resalta que la dinámica de la feria hace que se intercalen ejercicios fuertes con otros más flojos (por ejemplo, porque el Fórum Gastronómico es bianual). "Este 2017 sabemos que será un buen año y, por tanto, las perspectivas de crecimiento son altas", resalta.
Por ello, Cunyat considera que ahora es el momento de invertir, especialmente para poner al día el edificio y modernizarlo. Entre otros, abriendo una nueva fachada que dé a la Devesa, rehabilitar parte del interior (en especial, la lonja de contratación), instalar sistemas de telecomunicaciones y adaptarse a las normativas actuales en materia de seguridad (como por ejemplo, teniendo más salidas de emergencia).
En paralelo, la directora destaca que los objetivos de cara a próximos años pasan por dos vías: incrementar la actividad de las ferias propias, pero también encontrar más empresas –o particulares- que les alquilen el espacio para certámenes (como ya ocurre con el Girocàmping o la del Playmobil). "Para poder vender la Fira de Girona a terceros es necesario que las instalaciones estén a la altura", ha remarcado Coralí Cunyat.
