El Ayuntamiento de Tàrrega ha finalizado una nueva campaña arqueológica en la zona del castillo medieval de Tàrrega. Se trata de la tercera fase de trabajos realizados en la vertiente sur de la fortificación, área que se excava desde el año 2014. La intervención, realizada por la empresa Iltirta Arqueología con supervisión del Museo Comarcal de l'Urgell y la Concejalía de Cultura, ha proporcionado datos sobre el perfil original del castillo. Así, se han definido las dimensiones del silo de la fortificación en época medieval y la utilidad de las estructuras localizadas en la parte inferior de la vertiente. En el transcurso de los últimos cuatro años ha sido posible fijar las etapas de construcción que experimentó el castillo a lo largo de los siglos. "Gracias a las diversas fases de excavación hemos averiguado que el castillo de Tàrrega era más grande de lo que pensábamos, conclusiones que ahora quedan corroboradas", ha apuntado Oriol Saula, director técnico del Museo Comarcal de l'Urgell – Tàrrega.
La campaña de excavaciones ha contado con un presupuesto de 35.000 euros, aportados por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya (Oficina de Apoyo a la Iniciativa Cultural). Las tareas, realizadas en una superficie de cerca de 1.500 m2, también han servido para localizar estructuras correspondientes a una bodega y una casa construida fuera del perímetro de las murallas medievales, posiblemente durante el siglo XIX. Esta casa se levantó parcialmente encima de sedimentos que colmatan un gran corte en la vertiente (corte que habrá que ver en futuras campañas qué función tenía).
Todas estas intervenciones arqueológicas permitirán sentar las bases de la futura actuación de ordenación urbanística para poner en valor los restos patrimoniales de la vertiente sur del castillo y crear un espacio que posibilitará la contemplación de la estructura del siglo XV en el lado sur, el testimonio más significativo de los restos conservados de la fortaleza. La actuación, en el marco de un plan director, quiere profundizar en el conocimiento del castillo y su entorno constituyendo una importante acción de conservación del patrimonio histórico. Considerado el origen de la villa medieval targarina, el castillo es un bien cultural de interés nacional según la Ley del Patrimonio Cultural Catalán de 1993. Se encuentra incluido dentro de la Carta Arqueológica de l'Urgell y es propiedad del Ayuntamiento de Tàrrega desde 1984.