Ferran Bel: "El Estado se ha salido con la suya, pero eso no quiere decir que se saldrá con la suya para siempre"

26 de enero de 2018 a las 10:29h

A raíz de una moción de la CUP, el pleno del Ayuntamiento de Tortosa decidió hace meses cambiar el nombre de la plaza de Joaquim Bau. Esta decisión se ha materializado con las placas que, desde ayer, figuran en este espacio del barrio de Ferreries, ahora llamado plaza del 1 de octubre. Alcaldes, concejales y otras autoridades asistieron al acto oficial de presentación del nuevo topónimo.

 "El 1 de octubre ya forma parte de la historia de Tortosa, de las Tierras del Ebro y de cada uno de los más de 900 municipios de este país", aseguró Ferran Bel, que dedicó unas palabras a los Jordis y a los miembros del gobierno catalán "que no pueden estar con nosotros". De ahora en adelante, la plaza será "un recuerdo de ellos y de los miles de personas que trabajaron con firmeza, sin buscar protagonismo, para que el referéndum fuera posible".

"El Estado, hoy por hoy, se ha salido con la suya, pero eso no quiere decir que se saldrá con la suya para siempre. Si el pueblo de Cataluña lo quiere y persiste en ello, habrá un momento en que tendrá la capacidad de decidir su futuro", aseguró. En este sentido, subrayó el hecho de que, "a pesar de haber miles de policías persiguiéndolas, las urnas, de forma casi mágica, fueron apareciendo en todos los colegios electorales del país".

El pabellón de Móra la Nova destinado a los procesos electorales se llama ahora Pabellón Ferial 1 de octubre. El alcalde Francesc Xavier Moliné relató la jornada de la consulta: "Tuvimos noticias de que el convoy de la Guardia Civil estaba recorriendo las Tierras del Ebro. Como no podíamos bloquear los accesos al colegio, escondimos las urnas y suspendimos la votación. Cuando llegaron, no ofrecimos resistencia. Por la noche reabrimos el colegio. Más de un 50 % de los convecinos pudieron votar, un orgullo para el pueblo." Moliné considera aquel "un día que refuerza como pueblo, una lección histórica para las próximas generaciones. Impedir que la ciudadanía muestre su voluntad a través de una herramienta democrática es una mala idea, pero hacerlo con violencia es una idea nefasta".

Josep Caparrós, alcalde de Sant Carles, recordó cómo sobre las 9 llegaron al municipio "120 efectivos. Yo no los llamo fuerzas de seguridad: los llamo fuerzas militares, porque vinieron a pisar el pueblo de la Ràpita, a impregnar de temor nuestro territorio. A pesar de ello, sobre las siete volvimos a poner las urnas encima de la mesa. En la Ràpita ejercieron su derecho de voto solo 314 vecinos, pero miles de otros lo hicieron en todos los pueblos ebrenses, a los cuales agradezco que acogieran a los rapitenses".

La plaza de delante del pabellón ferial de este municipio del Montsià también se ha rebautizado como plaza del 1 de octubre. Caparrós anunció que "próximamente celebraremos un acto de reconocimiento a todo el pueblo y especialmente a los 84 heridos que hubo. Queremos poner en valor la defensa pacífica que ejercimos."

Según Francesc Gas, alcalde de Roquetes, el 1 de octubre "todos vimos la cara oscura de este Estado, que desde el postfranquismo no había actuado así. Sigue vivo su sentimiento colonialista e imperialista. Cuando, refiriéndose al País Vasco, decían que sin armas todo se podía hablar, era mentira. Y eso lo vemos ahora en Cataluña: aquí hemos actuado de forma pacífica y democrática, pero siguen sin aceptar lo que los otros piensan. Consideran que tienen el monopolio de la violencia". Gas siente la obligación de "recordar aquellos hechos y explicarlos a los jóvenes, para que sepan que la democracia es una cosa y lo que hoy está haciendo el Estado español es otra".

El acto terminó con la interpretación del himno nacional de Cataluña, a cargo de Toni Martínez, Lo Xaparro, con la gaita.

MARTA MILIAN ARIÑO

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