El alcalde de Lleida, Félix Larrosa, ha trasladado a los vecinos de la Ereta la voluntad del gobierno de la Paeria de hacer del Centro Histórico un lugar de todos, habitable, de convivencia y de civismo, por lo que ha impulsado avanzar en un gran Pacto por el Civismo en la ciudad. El paer en cap ha realizado estas declaraciones esta noche al saludar a los vecinos concentrados en la histórica plaza en los actos de inicio de la Fiesta Mayor.
El alcalde se ha comprometido a trabajar con los concejales desde el Gobierno municipal, pero ha pedido "la implicación de vecinos y centros cívicos para avanzar en este objetivo, que debe pasar por la educación, las costumbres y la cultura, para hacer entender a la gente cuáles son malas prácticas en el uso cotidiano de una ciudad, que hay que erradicar, porque el Centro Histórico es de todos y por tanto a todos nos corresponde cuidar y preservar". En esta línea, el paer en cap ha mencionado algunas actuaciones que está realizando el Ayuntamiento de Lleida al mejorar el espacio público, como la rehabilitación de solares para construir viviendas, que ayuden a la emancipación de jóvenes, que traigan gente al Centro Histórico y contribuyan a su dinamismo y convivencia, en definitiva a hacer ciudad, pero también ha recordado la importancia de la implicación del sector privado para conseguirlo plenamente. La Asociación de Vecinos de la plaza de la Ereta ha iniciado esta noche su fiesta mayor con la lectura del pregón, que ha corrido a cargo de Antoni Llevot, y con la proclamación del heredero y la pubilla, un acto al que, además del alcalde Larrosa, han asistido la concejala de Cultura y Deportes, Montse Parra, y los concejales Paco Cerdà, José María Córdoba, Dolors López y Joan Vilella. Antoni Llevot ha centrado su pregón de fiestas en rememorar una serie de anécdotas y vivencias personales que le han ligado a la Ereta, desde que fue director de la Escuela Municipal de Bellas Artes, y con las que se han escrito pasajes de la historia más reciente de la ciudad, ya que en este lugar han nacido desde iniciativas de cultura popular, como el bestiario del primer carnaval de la recuperada democracia o la fiesta de Moros y Cristianos, hasta fiestas populares y desenfreno, con la cofradía de Pau Pi.