Verónica Vivero. Psicóloga y sexóloga
La capacidad de fantasear, no solo resulta un factor de protección hacia determinadas enfermedades afectivas, sino que además, si esta tiene un componente de tipo sexual, favorece en el incremento de la libido y/o deseo erótico. El uso de la fantasía en contextos terapéuticos es, por lo tanto, muy común dado las grandes ventajas que proporciona. Hablemos de ello.
¿Qué es una fantasía? La fantasía sexual actúa como un inductor interno del deseo. Entendemos esta, como aquella pequeña ensoñación, donde la persona recrea un ambiente que para él tiene un alto componente erótico, resultando fuente de inspiración y alimento hacia el deseo sexual. Es habitual que la persona se encuentre recreando, o bien situaciones que ya ha vivido, o bien, deseos latentes que le gustaría realizar, aun así, el hecho de fantasear, no quiere decir que finalmente lo acabe llevando a la práctica, precisamente, parte del componente erótico de la misma radica en este punto. Veamos cuáles son las fantasías más habituales. Tipos de fantasías más comunes Entre las fantasías más habituales encontramos las de tipo vincular, en estas, la persona fantasea con alguien con quien ya tiene un vínculo establecido. Puede ser su pareja, una expareja, un amigo o un conocido. Las más habituales, son aquellas donde se recrean situaciones vividas. Por otro lado, también encontramos las de tipo extra vincular, pueden tener un componente más novelesco y generalmente son desconocidos o personas que tenemos idealizadas, los típicos "amores platónicos". Otra de muy frecuente son las de tipo grupales, en estas, la persona se imagina realizando sexo con un grupo de personas. Tienen un componente orgásmico. Las de tipo homoerótico, también son muy habituales, aquí nos podemos encontrar realizando sexo con una persona del mismo sexo. Muchas personas pueden sentir miedo de que esto quiera decir que sea homosexual. El simple hecho de fantasear o incluso aunque tuviéramos sexo, no querría decir que lo fuéramos, son muchos más aspectos que no solo eso. Las pseudo agresiones también son un tipo muy recurrente, son más frecuentes en las mujeres, donde generalmente se visualizan siendo asaltadas, normalmente por un desconocido. Y por último estarían las de dominancia vs. sumisión donde la persona se ve recreando juegos de rol donde se alterna tanto el rol sumiso como el dominado. Uso de la fantasía en terapia En terapia sexual es muy frecuente hacer uso de la fantasía. Es un buen ejercicio para conocer gustos y preferencias de la persona, prácticas admitidas y no, dentro de su repertorio sexual, deseos latentes y también una buena fuente para aprender a crear deseo sexual. Puede contactar con Verónica Vivero a través de: www.presbiciaemocional.com https://www.facebook.com/PresbiciaEmocional https://twitter.com/veronica_vivero e-mail: vvivero@copc.cat