Expulsan del Sáhara Occidental a una tarraconense que quería conocer de cerca a unas activistas

20 de febrero de 2023 a las 11:51h

La activista catalana Núria Bota ha denunciado que ha sido expulsada del Sáhara Occidental cuando quería llegar a Aaiún para conocer su realidad y hablar con dos activistas. La joven forma parte de la organización Una Finestra al Món, pero este viaje era de ocio, sin "ninguna voluntad profesional", ha explicado a la ACN. Bota viajó con un amigo el lunes pasado hasta el Sáhara, frontera que cruzaron "sin problema" pero poco después se dieron cuenta de que estaban siendo vigilados por un grupo de unos cinco hombres. Asegura que hubo vigilancia las 24 horas durante los tres días que estuvieron en Dajla y cuando pretendían entrar en Aaiún les expulsaron. Llegó a las Islas Canarias este domingo y espera volver a Cataluña en los próximos días.Esta catalana estaba haciendo un viaje por Mauritania con un amigo y le salió la oportunidad de ir al Sáhara Occidental. Bota ha explicado que su deseo era "pisar esta tierra" para conocer de cerca la realidad de sus habitantes, ya que hace años que es activista y sigue la realidad de los saharauis.En una entrevista telefónica con la ACN, ha explicado que en un primer momento pensó que el seguimiento que detectaron era algo habitual que hacen a todos los turistas, pero que después de hablar con gente de allí supo que no y sospechó que sabían que era activista y conocen su "amor e implicación" por el pueblo saharaui. Recuerda que el trato fue "intimidatorio" porque les seguían todos los movimientos.Después de tres días en Dajla cogieron un taxi para ir a Aaiún, pero entonces los policías hablaron con el taxista y después de cinco horas de viaje y al llegar a un control les hicieron salir del coche y les llevaron a una habitación con 10 policías. Estos, "sin muchas explicaciones", les expulsaron y les enviaron en un coche a ocho horas del lugar donde estaban. De madrugada llegaron a Nadir y la madrugada de este domingo llegaron a las Islas Canarias.Bota ha lamentado lo vivido, ha reconocido que es activista del pueblo saharaui, pero ha insistido en que se trataba de un viaje de ocio. En todo caso, ha afirmado que lo que le ha pasado es un ejemplo de "el miedo que tienen a que se pueda dar visibilidad a la violación de derechos humanos que hay". "Ni siquiera te dejan poner los pies y que puedas hablar con ellos", ha afirmado.Esta activista ha criticado también que se trata de un conflicto "muy silenciado" y ha lamentado que no podrá volver a intentar viajar hasta la zona porque sabe que no la dejarían pasar.Desde Una Finestra al Món han criticado enérgicamente que se haya expulsado a una de las miembros del proyecto, así como la "impunidad" con la que Marruecos actúa contra activistas y defensoras de los derechos humanos. Para la entidad, estos hechos son una muestra más del "bloqueo" que hay para saber qué pasa en el Sáhara Occidental, como las "violaciones permanentes" de los derechos humanos.

Sobre el autor
C CIUTAT
Redacció
Ver biografía
Lo más leído