Ruth DiRienzo, una madre de 50 años, ante la falta de recursos económicos que sufría, tomó la drástica decisión de poner fin a la vida de su hijo Matthew, de once años. La mujer esperó a que el niño durmiera profundamente y lo asfixió apretándole el cinturón de su marido alrededor del cuello.
Cuando el padre de Matthew comprobó que la habitación de matrimonio estaba cerrada con llave y que su mujer había desaparecido, llamó al 911, el teléfono de emergencias de Horsam (Pensilvania). Cuando los agentes llegaron a la casa y forzaron la puerta, vieron la macabra escena.
La mujer había huido con el coche familiar y había conducido hasta una playa de Nueva Jersey, donde abandonó el vehículo, para después caminar hasta el pueblo más cercano, Wilwood Crest. Allí la familia tenía una casa de veraneo, y después de que la policía del lugar diera aviso del SUV abandonado, la esperaron cerca de la casa.
SE ENTREGA A LA POLICÍA
Cuando DiRienzo vio los vehículos policiales, se acercó a ellos y les dijo 'Sé lo que hice'. La policía de Wildwood Crest detuvo a la mujer, que después fue interrogada por los detectives del condado de Montgomery y la policía de Horsham.
La mujer declaró que había asesinado a su propio hijo después de que el día anterior se lo hubiera pasado angustiado y llorando a causa de los problemas económicos que atravesaba la familia. 'No quería que pasara por eso'- aseguró DiRienzo a la Policía.
En una inspección exhaustiva al SUV localizaron un cinturón de vestir negro, dijo la oficina del fiscal. DiRienzo se encuentra detenida en el condado de Cape May y está esperando su extradición al condado de Montgomery.
El informe forense señaló que Matthew tenía marcas de ligaduras alrededor del cuello y otros signos compatibles con el estrangulamiento. La fiscalía ha informado de que Ruth DiRienzo está acusada de asesinato en primer grado; asesinato en tercer grado y posesión de un instrumento del crimen.
