Por segunda vez consecutiva Esquerra Republicana de Catalunya se proclama ganadora en la demarcación y consolida sus máximos históricos, conseguidos en los últimos comicios electorales del 28 de abril. Esta es una respuesta cívica y democrática del pueblo catalán en las urnas frente a una actuación vengativa y represiva llevada a cabo por parte del estado español en contra de un movimiento democrático, republicano y pacífico. El resultado que emana de las urnas es un claro clamor a favor del diálogo y de la resolución política del conflicto político existente. Esta resolución debe empezar indudablemente por la amnistía de aquellos que han sido injustamente y vengativamente condenados para permitir que la ciudadanía ejerciera su derecho a voto. Una vez más, se ha demostrado que la democracia siempre gana.
En declaraciones desde la sede del partido en Tarragona, el reelegido diputado Jordi Salvador ha asegurado que "la victoria independentista en la demarcación se ha impuesto firmemente tanto en votos como en escaños, al igual que en los resultados globales de Cataluña. Aquí también ha sido expulsada la extrema derecha. El bloque del 155 tan solo ha obtenido 2 escaños frente a los 4 soberanistas, por lo tanto, podemos afirmar que la población ha votado democracia, amnistía, no a la represión y sí al diálogo". Por su parte, la senadora Laura Castel se ha mostrado muy contenta y destaca "la importancia de que la democracia pase por delante de la arrogancia demostrada por el Gobierno y el poder judicial". Castel se muestra totalmente determinada a seguir trabajando desde el Senado para mejorar los derechos sociales, laborales y políticos de toda la ciudadanía tal y como hemos hecho los últimos tres años." Los representados de Esquerra en el frente de Madrid seguirán trabajando de forma coordinada con el resto de representantes para que la construcción de la nueva República Catalana se forje desde el municipalismo y a través de todas las instituciones. Nunca nos cansaremos de defender la libertad y no permitiremos ninguna regresión de derechos civiles y sociales.
