La formación de Esquerra Republicana de Catalunya Reus ha iniciado el mandato dando explicaciones sobre el pacto de gobierno. Un pacto que hubieran preferido hacer con Junts per Reus y la CUP y que finalmente no ha sido posible. La vicealcaldesa, Noemí Llauradó, ha mencionado que con el gobierno actual garantizan estabilidad y una mayoría republicana e independentista, objetivo que se marcaron durante toda la campaña. Desde las concejalías que gestionará ERC (Cultura y Política Lingüística, Educación, Participación, Buen Gobierno y Servicios Generales, Empresa y Ocupación, Urbanismo y Movilidad y Salud y Ciudadanía) se comprometen a impulsar el avance de la ciudad de Reus y se muestran abiertos al diálogo con todas las formaciones. Ven con buenos ojos las intenciones del PSC con respecto al pleno de investidura, cuando se pusieron al servicio de la ciudad y dicen que buscarán unanimidades o mayorías amplias en sus propuestas.
Llauradó ha querido dejar las cosas claras y ha aprovechado la comparecencia para aclarar su nombramiento como presidenta de la Diputación de Tarragona. Ha mencionado que "las negociaciones han sido una lucha por el proyecto y en ningún caso por las sillas" y que "en ningún caso ha sido una moneda de cambio" con respecto a la alcaldía de Reus.
Para finalizar el partido independentista ha mencionado que disponen de las herramientas necesarias para construir "el proyecto de ciudad que debe implicar a toda la ciudadanía y evidentemente a todos los grupos municipales, los del gobierno y los de la oposición".