- Año 2018: año olímpico. Por fin, la ciudad de Tarragona tendrá los Juegos Mediterráneos...
No creo que sorprenda a nadie decir que haya sido y sea un camino largo, duro y difícil. Estamos convencidos de que habrá valido la pena. Es un proyecto que aporta a la ciudad tres beneficios: el primero es que no sólo en su término municipal –sino también en el resto de sedes- una mejora de las instalaciones deportivas. Y es que muchas de estas instalaciones tenían muchos años de vida, y en algunos casos estaban obsoletas. Desde hace unos días, hacíamos la inauguración del nuevo pabellón de Vila-seca, una infraestructura que databa del año 1986, se ha hecho una renovación completa y ha costado casi 1,3 MEUR. Gracias a esta inversión se han mejorado los accesos y permitirá la práctica del deporte. Del mismo modo que se ha hecho en Vila-seca, también hay que destacar Calafell, El Vendrell, Cambrils, Salou, Reus, Tarragona... Las 14 sedes del territorio han mejorado en la instalación y han favorecido en su promoción con la excusa de los Juegos.
En el segundo ámbito, que tiene que ver con la ciudad de Tarragona y que es evidentemente, la promoción nacional e internacional que este evento representará y no sólo por la representación televisiva, sino sobre todo por el hecho de que tendremos la notoriedad en los medios que una ciudad como la nuestra que sin los Juegos es mucho más difícil que tenga. Desde el punto de vista de las obligaciones como ciudad sede, nosotros retransmitimos con TVE –Televisión Española- , con la CCMA – Corporación Catalana de Medios Audiovisuales- y la XAL – Red Televisiones Locales de Cataluña- las pruebas deportivas durante los diez días de competición y todas estas horas, al final son un escaparate para mostrar lo que somos: Tarragona, Camp de Tarragona, provincia de Tarragona, Cataluña y España.
En tercer lugar –también importante- y es muy específico para la ciudad de Tarragona y es lo que ha pasado en la Anilla Mediterránea. Era un solar muy grande, de los barrios de Bonavista y Campclar y era una zona donde había unas instalaciones deportivas que presentaban unos déficits importantes. Tarragona no tenía un pabellón de 5.000 espectadores, Tarragona no tenía una piscina de 50 m para hacer disciplinas como el waterpolo, como la natación sincronizada, o la de competición. Toda la vida, todos los clubes y entidades reivindicaban la necesidad de hacer una inversión en este sentido.
"Por cada € que hemos invertido los tarraconenses, hemos sido capaces de captar 5€ de fuera"
Toda la movilización de recursos que representa unos Juegos permite que se hagan inversiones como éstas: el Palacio de Deportes que se está haciendo en la Anilla Mediterránea –para 5.000 espectadores y para deportes de equipos-, la piscina, la reforma integral de la pista de atletismo, la reforma que se ha hecho en el Nàstic –los aficionados del club de nuestra ciudad habrán visto que el entorno habrá cambiado- y que así se ha mejorado el confort, los accesos y la seguridad en el Nou Estadi,... Todo esto ha movilizado recursos y debemos recordar una cosa muy importante: por cada euro que hemos invertido los tarraconenses –de nuestros impuestos, de nuestros recursos- hemos sido capaces de captar 5 € de fuera. El Palacio de Deportes que ha financiado la Generalitat de Cataluña con prácticamente 19 MEUR es una aportación del gobierno de Cataluña. La piscina olímpica de 3 MEUR es una aportación del Estado, la reforma del Estadio del Nàstic es una aportación del Estado, la reforma de todas las sedes es de la Diputación de Tarragona –aunque la Diputación de Barcelona también ha contribuido-, el complejo deportivo Viding es un ejemplo de la colaboración entre el sector público y el privado porque allí teníamos un solar y ahora es una ampliación de la residencia universitaria y es un pabellón deportivo. Con todo esto, quiero decir que ha habido una mejora en infraestructuras, que hay una oportunidad de promoción internacional y nacional para nuestra ciudad, y que hemos movilizado también una parte de la sociedad vía clubes, entidades deportivas, voluntarios, escuelas... Y que sin unos Juegos no hubieran sido posibles. Es un proyecto complejo, difícil y debemos recordar que somos la ciudad más pequeña que ha organizado nunca este evento. Esto lo tenemos que tener en cuenta. Si miramos la lista de ciudades que han sido sedes encontramos: Barcelona, Atenas, Bari, Mersin, Nápoles, Beirut... Ciudades que son mucho más grandes que nosotros. Por lo tanto, nosotros hemos hecho un esfuerzo titánico, ya que por ser pequeños hemos sido capaces, a pesar de unas circunstancias muy difíciles: económicas con la crisis, políticas e institucionales (por la situación que vive Cataluña con su relación con España). También ha habido un gobierno en el Estado en funciones y sin unos presupuestos generales, amenazando que habría unas terceras elecciones. Después, la situación que vivimos en Cataluña con la falta de un gobierno, la aplicación de las medidas previstas del artículo 155 de la Constitución... Todo esto ha dificultado el proceso. Evidentemente ha sido un camino difícil y pesado, pero yo creo que al final habrá valido la pena.
"Somos optimistas respecto al calendario de obras"
- Faltan cinco meses y pico para la celebración de los Juegos. ¿Le da la sensación de que se está viviendo a contrarreloj?
Hay proyectos en la vida que tú puedes adaptarlos al tiempo y a las circunstancias. Un evento como éste tiene una fecha de inicio y el esprint final hay ilusión, mucha gente que trabaja y colabora, muchas administraciones implicadas, la ayuda de los patrocinadores, que son una pieza clave del proyecto. La verdad es que se están movilizando muchos recursos y muchas energías para que todo salga bien. La parte de infraestructuras que es la que se está rematando, no nos hace sufrir: el estadio de atletismo está en funcionamiento, la piscina se está construyendo, la reforma de las antiguas piscinas de Campclar está terminada y el Palacio está encarando la recta final. Prácticamente, todas las sedes tienen sus instalaciones o bien en funcionamiento o se están finalizando. Somos optimistas respecto al calendario de obras. Por la parte operativa, estamos trabajando en todo aquello que es imprescindible para organizar unos Juegos y se está haciendo un trabajo muy profesional –aunque también de forma austera-, fomentando un proyecto que anime y que ahora ya no tiene marcha atrás.
- ¿Las inauguraciones de las instalaciones pendientes ya tienen fecha?
Sí, el martes que viene haremos la inauguración de la reforma del Nàstic, con la visita del ministro de Deportes, Iñigo Méndez de Vigo y estamos buscando fecha para la inauguración del estadio de atletismo con el Consejo Superior de Deportes y la Diputación de Tarragona (las dos administraciones que lo financiaron). Queremos que todos los equipamientos estén inaugurados antes de la cita. Esto no nos preocupa tanto, lo que queremos es que a pesar de las circunstancias –económicas, sociales, institucionales y políticas- o la amenaza terrorista de los atentados vividos en Barcelona y Cambrils y que hacen mucho más difícil la tarea de seguridad y ponen sobre la mesa el problema, la incertidumbre o la inquietud de la seguridad y que se ha trabajado muy bien y que nos tomamos muy en serio gracias a la coordinación de la Policía de Cataluña, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y también las policías locales de las sedes.
- ¿Cuál ha sido el momento más difícil en la organización y preparación de los Juegos? ¿El retraso o la falta de compromiso?
El viaje a Argelia donde nosotros dijimos que no había un gobierno estable en España, que no habría presupuestos generales del Estado, la amenaza de unas terceras elecciones... En aquel contexto fue difícil organizar un evento como éste porque tú puedes controlar muchos elementos y factores, pero hay otros que no se pueden controlar. Y aunque se pronunció a favor en el Congreso de los Diputados, en una resolución que se aprobó y se mostró favorable al evento y se apoyó por todas las fuerzas políticas por unanimidad lo que había hecho el Parlamento de Cataluña. Cuando tú tienes un acuerdo y un consenso en un proyecto, pero materialmente no se puede ejecutar porque tienes limitaciones presupuestarias y políticas de un gobierno en funciones, es un momento duro porque tú te intentas preparar para todo y nunca habíamos tenido una situación de incertidumbre política como la que hemos vivido. Hemos superado dificultades muy importantes, en un contexto límite. Hemos vivido una situación con muchos obstáculos y que a pesar de una ciudad como la nuestra, remando y remando, obtenga los recursos de una administración, de otra, de patrocinadores para llevar a cabo este proyecto, hemos pagado el precio que ha sido retrasarnos un año, pero los habremos hecho. Esto también nos enseña que con coraje y esfuerzo somos capaces de hacer grandes cosas en esta ciudad.
- Con todos estos factores (la crisis económica, la paralización del Gobierno...) ¿cree que ha salido más reforzado el proyecto?
Y también con el trasfondo del proceso soberanista. Lo hemos hecho posible y hemos sido capaces de gestionar una alianza en un momento donde muchas formaciones políticas no tienen el diálogo fluido y que gracias a los Juegos, ha habido una relación tan fluida como en el pasado. Había una división evidente en el Parlamento de Cataluña, unas fuerzas que opinaban una cuestión y otras que opinaban totalmente lo contrario, y hemos intentado blindar a los Juegos de la situación política, de la incertidumbre, de la inestabilidad parlamentaria, y a pesar de estas dificultades se ha conseguido salir adelante. Estamos orgullosos de todo esto. Hemos pagado un precio y esperamos que ahora la gente lo disfrute. Las cosas que cuestan tanto son las que valen más la pena y te sientes más orgulloso de haberlo conseguido.
- ¿Las administraciones han estado a la altura?
Sí, no tenemos ningún tipo de queja o de crítica en la relación que hemos tenido con todas ellas. Ha sido muy fluida y es verdad que hay una serie de personas de quien nos sentimos plenamente agradecidos: personas como Joaquim Nin –de la Generalitat de Cataluña-, Gerard Figueres –secretario general de Deportes, Josep Poblet –Diputación de Tarragona-, los alcaldes de las sedes, José Ramon Lete –nuevo secretario del Estado-, el ministro de Deportes Iñigo Méndez de Vigo, la figura del rey que nos ha ayudado mucho con sus visitas a Tarragona... Toda esta gente ha hecho posibles unos Juegos que son muy complicados y evidentemente, la aportación del Comité Olímpico Español con su presidente y su equipo defendiendo el proyecto y creyendo en nosotros, esto ha sido muy significativo. Tenemos que ser generosos y recordar que hasta aquí no hemos llegado solos, ya que ha sido una labor de equipo, un equipo muy amplio y con gente que no tienen en común los colores políticos.
Se ha creído en Tarragona 2018 y se han movilizado los recursos desde el Gobierno de Cataluña, del Estado, de las Diputaciones, de las sedes, de los patrocinadores... Mucha gente ha hecho su trabajo y lo ha hecho bien.
- ¿Tiene la sensación de que si los JM se hubieran celebrado en otras ciudades españolas ya se hubieran celebrado? (Por ejemplo, Valencia)
No lo sé, me cuesta ver un evento como éste en una ciudad como Valencia que ha hecho una gran apuesta por muchos eventos y grandes obras, pero una ciudad como la nuestra debe tener ambición de hacer cosas grandes y participar en grandes proyectos. Tarragona tiene la capacidad de mover mucho el talento y energía positiva y debe creer en sí misma. A veces, somos un poco quejosos y esto resta la capacidad de Tarragona de hacer grandes proyectos, pero la tenemos. Aquí todo el mundo ha visto una oportunidad de país y que trascendía en el ámbito local. No tenemos una queja respecto a nadie en concreto, siendo humildes y modestos –somos una ciudad de tamaño mediano- no somos ni Valencia ni Barcelona, hemos sacado un buen provecho de este proyecto. Espero que las próximas generaciones de tarraconenses cuando vayan a las instalaciones piensen que aquello se construyó con motivo de los Juegos. Vayan a la Anilla o a la piscina, recuerden que en un momento se hicieron unas obras de mejora y que sin estos Juegos no se hubieran hecho.
"El hecho de retrasar los Juegos ha tenido un coste social, desilusión y desmotivación"
- ¿Los tarraconenses creen en este proyecto?
Muchos proyectos han tenido la dificultad de entrar en la recta final. Hay datos objetivos que avalan la tesis de que ha habido una buena implicación. Pero también debemos ser autocríticos. Tenemos un excelente número de personas registradas como voluntarios y voluntarias que no sólo son de Tarragona o de las otras sedes. Además, las escuelas han hecho un gran trabajo con el proyecto educativo, la mascota surgió de un proceso participativo con escolares... Con estos datos podemos decir que la gente va participando en los Juegos. También es verdad que el hecho de retrasar los Juegos ha tenido un coste social, desilusión y desmotivación. Pero también es cierto que los grandes eventos siempre deben superar grandes dificultades y es al final cuando se juntan las energías positivas que acaban creando una predisposición. Invito a que la gente viva esto como un hecho único y muy especial porque probablemente, no pasará nunca más. Se debe aprovechar y vivir esta oportunidad con intensidad y pasión, pero también nos obliga a hacer un esfuerzo, demostrar a nivel nacional e internacional nuestra mejor cara. Debemos ser una ciudad como somos: una ciudad abierta, trabajadora, acogedora, solidaria que quiere aprovechar la oportunidad. Y esto no lo puede hacer el Ayuntamiento solo, sino que lo debemos hacer todos. Pedimos a la gente que lo viva, que disfrute de esta oportunidad de conocer gente de otros países, de ver deportes que a veces no se pueden ver en directo, de visitar las instalaciones deportivas... Y de vivir lo que es definitiva los Juegos.
- Los Juegos de la concordia y la paz. ¿Ha costado encontrar un storytelling para narrar los valores y objetivos de los Juegos?
El Mediterráneo siempre ha sido una región con muchos conflictos y de muchos episodios violentos. Es cuna de las tres principales religiones monoteístas, es de las grandes civilizaciones del mundo, de grandes artistas y de grandes deportistas y de los Juegos Olímpicos. Es una región convulsa y que tiene unas relaciones de vecindad difíciles. El proyecto de los Juegos Mediterráneos nació porque un egipcio diplomático vio que era necesario unir a través del deporte y la cultura, los países mediterráneos. ¿Sigue siendo necesario con la excusa del deporte y la cultura? Yo creo que sí porque es un momento donde se habla de crisis de refugiados, de amenazas terroristas, de radicalismos, de populismos, algunos países en conflictos y guerras abiertas –como es el caso de Siria-, toda la expectativa de las primaveras árabes... Es un momento, desde el punto de vista internacional, nada fácil y debemos tener muy claro que una persona entienda que una persona de Libia tiene unas dificultades para poder hacer lo que más le gusta, el deporte, durante dos semanas en Tarragona.
- Los Juegos Mediterráneos dejarán un legado de instalaciones, pero ¿qué más?
Nos dejará una cosa que es totalmente intangible: posicionamiento de marca, nos darán a conocer. También que nos abramos al exterior y la autoestima, el sentimiento de cumplimiento de un objetivo y de un reto. Es un buen proyecto, en definitiva.
- ¿Qué pasará después con éstas? ¿Se ha decidido ya la gestión de la Anilla Mediterránea?
Hay dos ámbitos: el de las instalaciones que son municipales en Tarragona y en las sedes y que continuarán teniendo un propietario que se llamará Ayuntamiento, y hay un caso específico que es el de la Anilla Mediterránea donde hay una presente y futura comunidad de propietarios –hay unos establecimientos, unos equipamientos que son del Ayuntamiento como el estadio de atletismo, el velódromo, la piscina de 50m o las piscinas de Camp Clar...- y después, hay una segunda parte que es el Palacio de Deportes que es de la Generalitat y que tiene la titularidad, y que esperamos ponernos de acuerdo en la gestión de todo el conjunto. También hay otro proyecto y es que el Nàstic querría construir su ciudad deportiva y si se dan las condiciones legales y técnicas dentro de la Anilla, podríamos tener el Nàstic como vecino o copropietario de una parte de esta Anilla. El modelo debe ser garantizar el disfrute público de las instalaciones por todo el mundo, pero también aprovechar la oportunidad que nos da disponer de una Anilla para posicionarnos como turismo deportivo. Aspiramos a formar deportistas, que venga gente de todas partes y organizar nuevas competiciones. Estamos poniendo semillas en el futuro para celebrar nuevas competiciones, una de ellas será muy importante como el Campeonato del Mundo de Balonmano en 2021.
- La inauguración de la Anilla Mediterránea se hizo como meta de la Vuelta. ¿Cree que haber decidido una inauguración así ha quitado protagonismo a las personas del barrio?
La Vuelta a España es un evento muy seguido por televisión y tiene una audiencia televisiva muy buena y se retransmite a muchos países. Es un escaparate y era una excusa positiva en dos sentidos: ayudaba a promover los Juegos Mediterráneos y a darlos a conocer a nivel nacional e internacional; y también nos permitía probar la urbanización de la Anilla con una prueba con mucha gente. Era una excusa para abrirlo al público y que la gente se pudiera beneficiar y así ver cómo se está trabajando en la zona. El resultado fue la respuesta del vecindario y fue muy buena. Los bares y restaurantes de la zona quedaron muy contentos porque tuvieron mucho trabajo y clientes.
- ¿Qué sabe la gente de los barrios sobre la celebración de los JM? ¿Cree que se ha hecho una buena campaña informativa?
Le doy la razón en una cosa: si comparamos las cifras con la última vez que España celebró unos Juegos del Mediterráneo, pues el presupuesto operativo era de 60 MEUR –celebrados en Almería- y el nuestro es entre 25 – 26 MEUR. En Almería, las inversiones fueron de entre 400 – 500 millones y las nuestras, de 73 – 74 MEUR. Por lo tanto, la coyuntura económica marca mucho. Nosotros hemos querido hacer un proyecto austero. Es verdad que la comunicación, muchas veces no cuesta dinero, pero también debemos entender que cuando hablamos de austeridad, hablamos de que el equipo humano que hay detrás es más limitado y reduce las posibilidades de hacer llegar el mensaje.
- A pocos días de cerrar la bolsa de voluntarios de los Juegos, ¿qué valoración hace?
La verdad es que el número de voluntarios que se ha inscrito ha doblado nuestras expectativas. Nuestro objetivo eran entre 3.000 – 3.5000 y ya hemos superado los 7.000 inscritos. Los voluntarios han conseguido una formación reconocida por el SOC (Servicio de Ocupación de Cataluña) y que les facilita mejorar su currículum, especialmente, en el perfil de las personas más jóvenes que mejorará sus expectativas laborales.