La segunda vuelta de hace cinco años se vuelve a repetir. Marine Le Pen se enfrentará de nuevo con el actual Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, el próximo 24 de abril. Más allá de la presidencia del país francés, el ganador también ostentará uno de los Coprincipados de Andorra. La victoria del centrista, sin embargo, no está tan asegurada como en los anteriores comicios.
Emmanuel Macron, de perfil neoliberal y profundamente europeísta, afronta las presidenciales desgastado por sus primeros años de gestión. A la crisis de los chalecos amarillos, se le sumó también una más que mejorable gestión de la pandemia. En la primera vuelta, aumentó los resultados respecto de 2015 con un 27,8%, pero fue debido a la desintegración de los dos partidos tradicionales: el Partido Socialista (1,7%) y los Republicanos (4,8%) . Para la segunda vuelta, tendrá que trabajarse los votos de una izquierda escéptica con su figura.
En cambio, Marine Le Pen llega con más opciones que nunca (23,1%). La candidata de la derecha radical también mejoró sus resultados de 2015, aunque se le añadió un competidor en el espectro ultraderechista, Éric Zemmour (7,1%). Le Pen confía en la desmovilización del llamado Frente Republicano y en atraer a votantes decepcionados con el sistema. En caso de que ganara, sería la primera Presidenta de Francia y la primera jefa de Estado del Principado de Andorra en toda la historia.
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