Lujo, apariencia, felicidad impostada... el mundo de los influencers suele estar construido sobre unos cimientos hechos de medias verdades, y muchas son sus historias que no acaban bien. Es el caso de Fernando Pérez Algaba, @fernadoperezalgaba, empresario, trader e influencer argentino, con más de 900.000 seguidores, fue encontrado desmembrado dentro de un par de maletas.
Pérez Algaba, de 40 años, estaba desaparecido desde la semana pasada; el hombre se dedicaba al trading financiero y a la compraventa de coches de lujo y había vuelto recientemente a Argentina desde España, donde había vivido una larga temporada.
Su cuerpo fue encontrado en Arroyo del Rey, cerca de Buenos Aires. Pérez Algaba solía deleitar a sus 918 mil seguidores de Instagram con su vida de lujo.
¿DE QUÉ VIVÍA, REALMENTE?
"Lechuga", como se conocía también a Fernando, había vivido en Miami, Estados Unidos, donde hizo negocios y luego se fue a Barcelona, hasta que tomó la decisión de volver a su país natal. Operaba en la bolsa, era inversor de criptomonedas y se dio el lujo de ser piloto.
Lamentablemente, estaba catalogado como un agente “irrecuperable” por las deudas que tenía en el sistema financiero argentino. Había llegado a Buenos Aires y alquiló un apartamento por una semana. El día que tenía que devolver las llaves, no apareció, y la propietaria tuvo que avisar a la policía.
HALLAZGO DEL CADÁVER
Al revisar el apartamento, los agentes constataron que habían desaparecido algunas de sus pertenencias. El domingo pasado, varios jóvenes que jugaban al fútbol encontraron una maleta cerca de un arroyo, avisaron a sus padres y estos llamaron a la policía.
La maleta contenía parte del cuerpo de Fernando. Los dos brazos y las dos piernas, los cuales eran identificables, estaban dentro de la maleta. Para identificarlo, la Justicia recurrió a un tatuaje con cuatro letras que tenía una de las manos, y las huellas dactilares ratificaron su identidad.
Ayer mismo las autoridades encontraron el torso, en el fondo del canal, y la cabeza, en una mochila; se sospecha que los cortes del cuerpo fueron realizados por un experto por su pulcritud. Además, el cuerpo presentaba dos heridas de bala.
PRIMERAS SOSPECHAS
Se supo que en la maleta había identificaciones de varias personas que eran familiares entre sí, y que se las habían robado. Nicol, una mujer trans relacionada de alguna manera con la maleta, ha sido detenida por la policía y será investigada, ya que sospechan que les puede llevar hasta el autor de la atrocidad.
Se dice que Fernando estaba endeudado hasta el cuello, lo suficiente para tener deudas pendientes con gente peligrosa. En el móvil, en el bloc de notas, el influencer escribió e incluso compartió con varios amigos que una de las personas que lo había amenazado de muerte había sido el hijo de un aficionado de Boca Juniors.
Los deudas encontrados a nombre de Pérez Algaba llevan a la Justicia hacia la hipótesis de que su asesinato está relacionado con problemas de dinero. En el Banco Central figura con una deuda de 900 mil pesos por emitir cheques sin fondos, y de 1,2 millones en otras entidades financieras.También se investiga una posible deuda de 70.000 dólares que sería el verdadero motivo por el cual volvió a Argentina. Los investigadores también buscan en sus posts de Instagram. El 7 de julio, en su cuenta subió fotos con un audio viral que, entre otras cosas, dice: "Tienes que sacrificar a tu familia, a tus amigos, tendrás que perder dinero...".Se había instalado en Barcelona desde donde volvió el 13 de julio. Dos días después, ya en Argentina, posteó: "Para vosotros que os gusta jugar a polis y ladrones (culo roto), seguid presumiendo que el de arriba las ve todas".A continuación reproducimos algunas de las notas encontradas en el bloc de su teléfono:“Cuentas”: “En principio pido disculpas a todas las personas a las que fallé y no les pude pagar lo que me dieron. Esto empezó como una inversión en criptomonedas y, de poco, se me fue yendo de las manos. Nada de lo que sucedió fue allí. En cada nuevo intento por salir adelante siempre estuvo la posibilidad de recuperar lo que había perdido. Y fue aquí el error”.
En otra habla sobre N., que es hijo de un reconocido aficionado de fútbol, que le estaba exigiendo dinero que le debía: “En su momento le quise pagar con el Smart y la plata y no le sirvió. Hoy está enfadado. Me amenaza, me putea, me promete la muerte y el resto. Pero se olvida cuando le presté 1000 dólares en Miami y estuvo ocho meses para devolverlos (...) Me prestó 40.000 dólares y le pagué 12 meses de interés, es decir, el capital se recuperó. Ahora caí y no puede esperar unos meses a que me acomode. No. Me llama, me amenaza y otros (...) Bien, si me pasa algo ya están todos avisados”.
