Un hombre de 43 años y una mujer de 55 años ingresaron en prisión el pasado 18 de noviembre acusados de robar a personas de edad avanzada cuando salían de sacar dinero del banco, especialmente cuando extraían grandes cantidades. Según fuentes policiales, el hombre y la mujer controlaban a las víctimas en el momento de salir de la entidad para después quitarles el dinero, un método conocido como los 'cogoteros'. Los Mossos d'Esquadra calculan que los detenidos cometieron 25 robos, aunque no descartan que esta cifra aumente ya que la investigación continúa abierta. El primer caso investigado se produjo en enero de 2017 en Nou Barris, cuando una mujer de 80 años explicó que la pareja había entrado tras ella en la portería de su casa y la acompañaron hasta el ascensor. Una vez allí, la empujaron y le sustrajeron 500 euros que acababa de sacar del banco.
En este tipo de robos, una vez localizada la víctima los ladrones la siguen hasta una zona poco transitada o la portería de casa. Allí, la abordan con el objetivo de distraerla con cualquier pretexto y así poder hurtarle el dinero sin que se dé cuenta. En caso de no conseguirlo, no dudan en utilizar la intimidación y la violencia. Después del primer caso en Nou Barris, los Mossos d'Esquadra tuvieron conocimiento de tres más durante los meses posteriores. En todos los casos, se repetía la misma secuencia: se acercaban a la víctima y le tiraban agua encima para hacerle creer que se había manchado para después ofrecerse a limpiarle. En este momento aprovechaban de su confusión para sustraerle el dinero sin que se diera cuenta. En algún caso cuando la persona desconfiaba o les pillaba la empujaban para huir con el botín, siempre de cantidades de entre 300 y 600 euros. En este punto de la investigación los agentes comenzaron a analizar hechos coincidentes que se pudieran haber producido en el resto de distritos de Barcelona o en localidades cercanas del área metropolitana. De esta manera pudieron constatar que los ladrones habían cometido otros robos. En algunas ocasiones, cambiaban el método de distracción utilizando un ramo de flores o una caja de grandes dimensiones cuando entraban con las víctimas en el ascensor para crear un clima de confusión acercándose mucho y simulando impericia. De esta manera conseguían que la persona se agobiara y el otro ladrón lo aprovechaba para meter la mano en el interior de los bolsillos o del bolso de mano y le hurtaba el dinero. Después de recopilar varios casos, los Mossos identificaron el pasado 5 de octubre como presuntos autores de cinco hechos de las mismas características y posteriormente les relacionaron con más casos en Barcelona, Cornellà de Llobregat, Gavà y Sant Adrià del Besòs. Finalmente, el 16 de noviembre los investigadores les detuvieron en Barcelona como presuntos autores de 25 robos. Además, después de esta última detención se les ha podido vincular con más hechos cometidos durante el año 2017 en otras poblaciones como L'Hospitalet de Llobregat o Sant Andreu de la Barca. La investigación continúa abierta y también se les atribuyen robos cometidos en el año 2015. Los Mossos calculan que en total se habrían apropiado de unos 30.000 euros con esta modalidad delictiva. Tras pasar a disposición judicial el pasado 18 de noviembre, el juez ordenó su ingreso en prisión.
