El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha vuelto a pedir al Ayuntamiento de Barcelona que señalice correctamente los carriles bici de la ciudad para las personas con discapacidad visual. Ribó recibió una petición en 2011 y en 2013 hizo la solicitud al consistorio, que aún no ha aplicado las medidas propuestas.
En 2011 el Síndic recibió una queja de una entidad de Barcelona que manifestaba su preocupación por los peligros que representan los carriles bici señalizados sobre las aceras, especialmente los que están ubicados en la Gran Via, cerca de las instalaciones de la Fundación ONCE, donde hay una importante afluencia de personas con discapacidad visual o ceguera. Concretamente, la queja planteaba que para las personas que sufren esta discapacidad resulta extremadamente peligroso tener que cruzar un carril bici que comparte espacio con el itinerario de los peatones, especialmente cuando no hay demarcación de encaminamientos (pasos de peatones), ni ningún tipo de señalización accesible que les permita saber si pasan bicicletas.
El colectivo de personas con discapacidad visual y ceguera considera que se encuentra en una situación de agravio comparativo en relación con las personas que no sufren discapacidad y que pueden ver la señalización que indica el paso del carril bici sobre la acera, coincidiendo con el itinerario de peatones.
En 2013 el Síndic ya emitió una resolución en la que se aportaban una serie de consideraciones sobre este asunto y se pedía que se aplicaran sistemas de señalización accesibles para las personas con discapacidad visual y ceguera que les permitieran conocer la existencia de los carriles bici y del paso de ciclistas en los cruces. La falta de señalización accesible, a juicio del Síndic, podía suponer una barrera en la comunicación que afecta al derecho a la igualdad de trato de las personas con discapacidad visual y ceguera.
En respuesta a esta resolución se recibió un informe del Ayuntamiento de Barcelona según el cual se aceptaba la sugerencia del Síndic y se indicaba que se seguiría la evolución de los puntos indicados para garantizar la seguridad y la accesibilidad de la circulación de los peatones con discapacidad visual.
Ante el interés del Síndic por conocer el grado de implementación de las medidas que recomendaba en su resolución, el pasado julio el Ayuntamiento de Barcelona envió un informe técnico sobre la accesibilidad en la zona en cuestión. El informe reconoce que la presencia del carril bici sobre la acera genera dificultad en la accesibilidad a personas con discapacidad visual y supone un riesgo para este colectivo, y que la implantación de pavimentos podotáctiles en el entorno de la sede de la ONCE es básica y necesaria para el buen funcionamiento viario y el cumplimiento de la normativa de accesibilidad. Sin embargo, la administración municipal no informaba de que se haya llevado a cabo ninguna actuación concreta.
Ante esto, el Síndic pide al Ayuntamiento que, sin más dilación, implemente las medidas necesarias para dar cumplimiento a la resolución, de modo que se instale, al menos en los puntos más cercanos a la Fundación ONCE, un sistema de señalización accesible para personas con discapacidad visual y ceguera que permita conocer la presencia de carriles bici ubicados sobre las aceras.