El debate sobre la aplicación de cambios en los criterios de reparto de la cuota de capturas del atún rojo en el Estado español vuelve a estar encima de la mesa. A mediados del mes de julio, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente se reunió con los representantes regionales y del sector para conocer su opinión.
En este sentido, cabe recordar que tanto la flota canaria como la artesanal han pedido que se abra la cuota actual y les permita, a unos incrementar la cantidad de atunes que pueden pescar actualmente y a los otros, dejar de contemplar la pesquera como accidental y a la vez poder alcanzar una parte de la cuota.
En el horizonte está la reunión anual del ICCAT, que tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Marrakech (Marruecos), donde se prevé que el organismo que gestiona los stocks a nivel mundial pueda autorizar un incremento del 20% de la cuota actual. La flota está a la espera de que se publiquen los informes científicos que reconozcan esta abundancia.
De momento, la administración intenta consensuar una postura de cara a la futura gestión pesquera, porque ha terminado el plan de recuperación del ICCAT, vigente desde 2008, que implicó restricciones y contribuyó a que ahora los caladeros estén en buena situación. Pero las posiciones sobre cómo debe distribuirse son muy divergentes.
Andalucía ha solicitado prioridad para los profesionales que pescaban en 2008, dedicados al atún como especie principal, que sufrieron «más recortes» para garantizar su recuperación, tales como las almadrabas, la flota de cebo del Cantábrico o del País Vasco, el palangre y el cerco del Mediterráneo.
Por el contrario, Canarias ha pedido un nuevo reparto que favorezca más a los 250 barcos del archipiélago que capturan la especie y que tenga en cuenta aspectos ambientales y socioeconómicos, rechazando los criterios históricos. Cabe apuntar que la flota canaria cuenta con cuotas de otras especies que las del cerco catalán.
Y por su parte, Cataluña pide que la cuota accidental a la que tienen acceso 200 embarcaciones catalanas, deje de entenderse como tal y pase a ser una cuota consolidada y con más capacidad de captura. La propuesta de la Generalitat fue trasladada al Ministerio por parte del director general de Pesca.
En este sentido, el principal grupo atunero catalán, el Grupo Balfegó, no quiere oír hablar de ningún nuevo reparto de la cuota, hasta que las capturas permitidas no alcancen los niveles de 2008, cuando se pusieron en marcha las restricciones a partir de la aplicación del plan de recuperación de la especie.
Respecto al interés creciente para que la flota de Canarias pueda acceder a una parte mayor de la cuota, su director general Juan Serrano, explica que todo obedece a perspectivas políticas motivadas por el apoyo de Coalición Canaria al gobierno del PP, en minoría en el gobierno español.
Sobre la orden ministerial que regula los criterios de reparto, Serrano dice que las pesquerías que se querían incorporar no cumplían con los requisitos de la ley de pesca.
Balfegó entiende que debería delimitarse de manera clara lo que se considera pesca artesanal, dado que las intenciones tanto del gobierno catalán como del andaluz, si finalmente se considera esta posibilidad, es dar cuota a 200 y 400 embarcaciones respectivamente.
Por su parte, el otro grupo atunero con base en l'Ametlla de Mar, el Grupo Fuentes, espera ver el análisis científico que determinará qué posibilidad de ampliación de cuotas hay. La representante de la empresa, Carme Brull, considera que sería necesario hacer un gesto por quienes han ayudado, como ellos, a recuperar el stock de atún rojo.
Brull también ha recordado que tres de las embarcaciones atuneras caleras, las que corresponden a su grupo, pertenecen a la Federación de Cofradías de Pescadores de Tarragona. Por ello, piden que defiendan sus intereses, en referencia a las críticas sobre el monopolio del atún, que hizo el presidente de esta entidad.
Ahora bien, la Cofradía de Pescadores Sant Pere de l'Ametlla de Mar es clara en su planteamiento. Su patrón mayor, Miquel Brull, remarca que no están contra nadie y que si se incrementan las capturas, quieren que las atuneras caleras puedan tener una ampliación. Pero que también se otorguen cuotas para quienes siempre habían pescado.
El patrón mayor considera «de risa» que, para vender un atún, se tenga que etiquetar como accidental. Cree que con una regulación podría salir beneficiado todo el mundo.
España es el país europeo que más atún rojo extrae, con 4.244 toneladas este año, repartidas entre 386 embarcaciones. El cerco catalán y las almadrabas andaluzas aprovechan la mayor parte del contingente. Otros de Almería, Canarias, País Vasco o el palangre del Mediterráneo también tienen permiso para capturarlo.