Esta mañana, el presidente del Puerto de Tarragona, Josep Maria Cruset, ha hecho balance del ejercicio del año 2018. Un año que cierra con un tráfico de 32,4 millones de toneladas, un 4,8% menos que el anterior, y una disminución de los ingresos con 56,5 millones de euros, un 1,5% menos que en 2017.
Algunos de los tráficos que progresivamente continúan en descenso respecto a años anteriores son el crudo, el transporte de animales vivos, el carbón y el tráfico de contenedores. Por el contrario, este 2018 destaca el incremento del asfalto, el butano y propano, la sal potásica, las frutas, la pasta de papel y los cereales y piensos. Estos últimos, en palabras de Cruset "hacen del 2018 un año excepcional", ya que han superado en un millón de toneladas los datos de 2017.
Un dato muy positivo ha sido el del crecimiento del número de cruceros. Mientras que en 2017 se registraban 37, durante 2018 fueron 57. Hecho que aumenta la cifra de cruceristas, pasando de 51.000 a 98.126.
Respecto a los ingresos se ha producido un descenso del 1,5%. Este año se han ingresado 56,5 millones de euros, mientras que 2017 cerraba el año con 57,4 millones, un resultado que Cruset ha calificado de excepcional. El 'cash flow' se sitúa en 29,9 millones y el endeudamiento en 54,7 millones de euros.
También se han dado a conocer los proyectos que se llevarán a cabo durante el 2019, entre los que destacan: la primera fase de obras de la terminal intermodal Puerto Centro, la accesibilidad viaria a la Zal, la digitalización del sistema de entregas de agroalimentarios y la más significativa, la primera parte del proyecto del Muelle de las Islas Baleares. En estas tareas se invertirán 25 millones de euros.