El PSC Vilanova i la Geltrú cuestiona el coste real del nuevo modelo de recogida "Puerta a Puerta"

20 de febrero de 2020 a las 08:56h

En el pasado pleno, el gobierno aprobó implantar el nuevo modelo de recogida de basura "puerta a puerta" en Vilanova i la Geltrú, un sistema que desde hace años se ha extendido por el país en pequeños municipios y se ha empezado a ensayar en algunos lugares más urbanos, pero nunca se ha aplicado de forma completa en ninguna gran ciudad. El PSC votó en contra, aunque dejó claro que, en primer lugar, es necesario mejorar los objetivos de reciclaje en los próximos años y que no se cierra a que se pueda aplicar este o sistemas similares. Cabe recordar que el actual contrato lleva más de 2 años prorrogado de forma forzosa, después de que ERC y la CUP impidieran licitar un nuevo servicio mientras se decidía estudiar un nuevo modelo para la ciudad. Dos años después, y con los dos partidos ya en el gobierno, la recogida de basura en la ciudad va cada vez peor y aún nos dicen que durante el próximo año y medio continuará así.

Nuestro voto no es contra el modelo, que presenta algunos elementos positivos, pero que en una gran ciudad como la nuestra no tiene precedentes una implantación total y la propuesta del gobierno aún presenta muchas dudas que quedarán por resolver en otros estudios. El voto contrario también es sobre todo porque el gobierno ha tirado por el camino fácil: en 10 días ha presentado a la oposición el trabajo que ellos han podido estudiar y debatir en los últimos meses desde el mes de septiembre. Así, no se ha producido ningún debate real con la oposición para definir qué, cómo y cuándo se implantará. El modelo comienza ya sin consenso político por propia voluntad del gobierno.

También hay muchas dudas sobre el balance económico. Para adoptar este modelo, el gobierno debía presentar unas cifras que lo hagan viable económicamente y las que ha presentado no se encuentran desglosadas, o no están o directamente son contradictorias con las que tiene el mismo Ayuntamiento en otros estudios, así, hay dudas sobre el coste real que acabaremos asumiendo toda la ciudadanía de un modelo que será mucho más caro, pues se doblará la plantilla de personal, pero no está claro cómo se contemplan todo un conjunto de costes indirectos de personal u otros como la recogida de voluminosos, después del cambio desastroso de ahora hace un año y de la incapacidad del gobierno de mejorar su gestión.

Desde el PSC consideramos que una vez se disponga de mayor concreción, ya que no será igual dependiendo de la zona de la ciudad donde se vive, es cuando habría que adoptar un cambio de modelo y que además, vistas las experiencias en otros lugares, es necesario hacerlo con mucha información, no con una única campaña de dos meses y la posterior eliminación de todos los contenedores de la vía pública. Un cambio de hábitos tan importante requerirá de mucho más tiempo de acompañamiento como se ha demostrado en otras ciudades, de aplicarlo por zonas menos complejas de forma gradual, así como aplicar otras medidas que son fundamentales para lograr el éxito, como el pago por generación que de entrada no se valora.

Lo que sí está claro es la voluntad de no buscar ningún consenso político en un sistema que tendrá un impacto evidente en toda la ciudadanía, comerciantes, empresas y todo el conjunto de actividades de la ciudad, y que es una de las contrapartidas para que la CUP entrara en el gobierno. El gobierno de ERC-CUP-Junts ejerce su mayoría absoluta con una subida indiscriminada de la tasa de basuras para 2020 y excluye a la oposición en el estudio de la gestión del servicio, diciendo que todo esto "son temas del gobierno". ¿Este era el modelo de la nueva política que durante tantos años pregonaron?

¿Y cómo se pagará todo esto? Pues tampoco está muy claro, con el nuevo modelo representará que el Ayuntamiento percibirá mayores ingresos si alcanza mayores cuotas de reciclaje, pero aún así el modelo sigue sin cuadrar los números... a no ser que se suba la tasa o lo que dice el gobierno: pagar un "precio justo". Además de los incrementos de la tasa a domicilios, comercios y empresas, otra de las novedades será que todas las urbanizaciones periurbanas, que son las que se encuentran pendientes de legalizar, podrían pagar una tasa al tener también un sistema de recogida que tampoco está muy definido. Una vez más el doble discurso de la CUP, cuando hace unos años rechazaba esta misma tasa en estas zonas o consideraba que estas urbanizaciones no se deben legalizar. Así, en los próximos años los que hoy han votado a favor, entendemos que no votarán en contra de nuevas subidas de la tasa para pagar estos nuevos servicios.

Cuestión aparte es en el caso de que este modelo se haga de forma directa por el Ayuntamiento y cómo se financiarán las inversiones necesarias que hay que realizar o bien pasarían por un endeudamiento, algo imposible en este momento, o bien por optar con modelos de renting o leasing, que suelen ofrecer entidades bancarias pero que representan un coste que tampoco se contempla en ningún lugar para demostrar la viabilidad.

Ante estas dudas, de la falta de concreción de la propuesta y de la voluntad del gobierno de imponer una decisión tan importante sin buscar consenso y con una actitud prepotente como ha venido haciendo en los últimos meses en este y otros ámbitos, hacen que el PSC no pueda apoyar esta propuesta.