El PSC resiste al los barrios y ERC dobla resultados en el centro de Tarragona

27 de mayo de 2019 a las 15:25h

Las elecciones municipales en Tarragona de este domingo han dejado una ciudad más dividida que nunca. PSC y ERC han empatado a siete concejales y ninguna de las dos tiene fácil poder conseguir la alcaldía. Los resultados muestran una ciudad polarizada, con dos grandes bloques. Los barrios de Ponent, Sant Salvador y Sant Pere i Sant Pau siguen siendo feudo socialista; mientras que ERC ha vencido en el centro de la ciudad y en Llevant, zonas donde ha doblado los resultados de hace cuatro años. Así, se rompe el dominio de los socialistas, que en 2015 se impusieron en todos los barrios de Tarragona, y se plantea un escenario similar al de 2003. Entonces CiU ganaba en el centro y el PSC en Ponent, aunque actualmente hay una mayor fragmentación del voto por la irrupción de formaciones como Ciudadanos, En Comú Podem o la CUP.

A pesar del incremento de la participación en 6 puntos, el PSC ha sufrido un descenso general de 1.000 votos, que se traduce en un 5,5% de los apoyos. Es una caída bastante uniforme tanto en los barrios de Ponent y del norte (5,4%) como en los del centro y Llevant (4,9%). Este último, un área tradicionalmente vinculada a CiU que el PSC consiguió hace cuatro años, pero en la que ahora han bajado hasta el cuarto lugar. Una situación similar se ha vivido en los barrios marítimos, que en los últimos meses han expresado su descontento con la gestión de Ballesteros, a quien han acusado de menospreciarlos. En esta zona el PSC se había impuesto en las tres últimas elecciones. Ahora son segunda fuerza por detrás de ERC y han perdido un 7,5% de los sufragios.

Es en el centro de la ciudad y en Llevant donde los republicanos han capitalizado buena parte de los apoyos. En concreto han pasado de 4.881 votos en 2015 (15,23%) y segunda fuerza, a primera fuerza con 10.240 votos (27,33%). Diez puntos de ventaja respecto a los socialistas. El ensanche también es republicano, con una diferencia similar al caso anterior. De hecho, es en estos distritos donde el independentismo es más potente en Tarragona, con casi el 50% de electores. Aquí, Junts per Tarragona es tercera fuerza y la CUP, quinta.

La victoria socialista pues, se ha forjado en los barrios de Ponent y del norte de la ciudad, feudos históricos del PSC donde han ganado casi siempre, pero donde han perdido apoyos últimamente. Un ejemplo es Bonavista, un barrio donde desde 2007 -62% de los votos- el PSC cada vez gana con menos comodidad -44,95% el domingo-. Sin embargo, el resto de fuerzas quedan aún muy lejos, igual que en Campclar o Torreforta. Son zonas en las que el independentismo no consigue implantarse, si bien en estos comicios ERC ha pasado de quinta a tercera fuerza y casi ha triplicado los votos de hace cuatro años, hasta los 2.798.

Algunos de los votos que los socialistas han perdido en Ponent posiblemente hayan ido a En Comú Podem, que ha sacado más del doble de apoyos que hace cuatro años, si bien las siglas eran las de ICV. Ciudadanos también tiene aquí una parte importante de su electorado, donde es segunda fuerza, aunque en esta ocasión el incremento ha sido escaso. En el resto de la ciudad, en cambio, la formación naranja es cuarta fuerza con un 13,3% de sufragios. También aquí es donde VOX, que no ha entrado en el consistorio, ha obtenido los mejores resultados, con un 4,62%. Mucho mejor que en el resto de la ciudad donde apenas han superado el 2% de los votos. Unos votos que han echado de menos en las filas del Partido Popular, que ha visto cómo le marchaban cerca de la mitad de los sufragios respecto a 2015 en esta parte de la ciudad.