Se sabe que en las regiones semiáridas el agua se evapora más de lo que sería habitual y esto puede interferir en la atmósfera, alterar la formación de nubes bajas y desajustar las lluvias. Actualmente, no hay suficientes datos para saber cómo se deberán regar los cultivos en estas regiones en un futuro marcado por el cambio climático y la falta de agua dulce disponible, y así afinar los modelos meteorológicos y climáticos.
Por eso, el proyecto LIAISE (Land surface Interactions with the Atmosphere over the Iberian Semi-arid Environment), en el que también participan investigadores del programa de Uso eficiente del agua en agricultura del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), ha elegido la zona del Pla d'Urgell para tomar medidas sobre la evapotranspiración.
El martes 20 de julio se hará una demostración para periodistas y meteorólogos de los aparatos instalados y las medidas que toman, con explicaciones del líder de la misión, Aaron Boone, investigador del Centro Nacional de la Investigación Meteorológica (CNRM); Joaquim Bellvert, investigador del programa Uso eficiente del agua en agricultura del IRTA, y Josep Ramon Miró, técnico del Área de Investigación Aplicada y Modelización del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC). Abrirá el encuentro el delegado institucional del IRTA en Lleida y Pirineos, Joan Girona, y lo cerrará el director del SMC, Eliseu Vilaclara.
La campaña se ha iniciado este año y durante el verano se tomarán las medidas de manera más intensa en las explotaciones agrícolas de Mollerussa, Linyola, el estanque de Ivars, Verdú y Bellpuig. Además, la NASA, la SAFIRE y la ESA sobrevolarán la zona con aviones que tienen unos sensores instalados para medir la humedad superficial del suelo y la temperatura, ambos necesarios para estimar el consumo de agua de los cultivos. Durante estos días se validará la información que dan estos sensores antes de colocarlos en los satélites.
Los científicos han elegido estas zonas del Pla d'Urgell porque son lugares semiáridos donde hay una gran heterogeneidad de cultivos y sistemas de regadío, al igual que en otras regiones del Mediterráneo, como Marruecos o Túnez. Remarcan que es importante entender de qué manera los sistemas de irrigación pueden afectar al ciclo hidrológico. «En un futuro más seco, debemos saber si podremos aumentar las reservas de agua o si esto tendrá consecuencias y alteraciones en el clima local». La mejora del conocimiento de los modelos meteorológicos e hidrológicos servirá para predecir un sistema de irrigación más óptimo para evitar perder agua y que estas infraestructuras artificiales de regadío interfieran lo mínimo posible en el ciclo natural del agua. Todos los datos meteorológicos y de observación de la tierra obtenidos en esta misión internacional también servirán para la previsión y control de los incendios forestales de estas zonas semiáridas y para validar las previsiones meteorológicas locales.
Además del IRTA y del SMC, y la participación de empresas, entidades del territorio y particulares (SAF-sampling, cooperativa Ivars, Boldú viticultores, Ayuntamiento de Preixana, Josep Mª Berenguer, Josep Mª Tribó y Jaume Duart), los grupos de investigación implicados en este proyecto pertenecen a los organismos e instituciones siguientes: la NASA; SAFIRE; la Agencia Espacial Europea (ESA); MetOffice y King's College (Reino Unido); MeteoFrance, CNRS, CNRM y CESBIO (Francia); las universidades de Wageningen, Utrecht y Delft (Holanda); el Jülich Research Center y la Universidad de Hohenheim (Alemania); la Universidad de las Islas Baleares (UIB); la Universidad de Barcelona (UB); la Universidad de Toulouse y la Universidad Politécnica de Paris (Francia); CzechGlobe (República Checa), los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y el Observatorio del Ebro.