El Papa Francisco recibe a la Real Archicofradía de la Cinta en una audiencia privada en el Vaticano

El Papa Francisco ha recibido este viernes a una numerosa expedición de la diócesis de Tortosa que ha viajado al Vaticano. El pontífice se ha reunido en audiencia privada con la Real Archicofradía de la Cinta, encabezada por el primer mayordomo, Josep Maria Utges. El encuentro, que ha culminado los actos de celebración del cuarto centenario de la Archicofradía, ha sido presidido por el obispo de la diócesis, Enrique Benavent, y acompañada por la alcaldesa de la ciudad, Meritxell Roigé. Además, durante el encuentro también ha asistido una representación de la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta. Durante el encuentro, Francisco ha saludado uno por uno a todos los miembros de la expedición y ha mostrado una acogida muy cercana. Además, ha mostrado un gran interés por la historia de la fundación de la Real Archicofradía, en el año 1617, y por la promoción que hacen de la devoción a la Virgen de la Cinta a partir del relato de su aparición en la catedral, el 25 de marzo de 1178, y de la entrega del cíngulo que se venera en la ciudad desde ese momento. El Papa ha felicitado a la Archicofradía "por todo lo que hacéis por la devoción a la Virgen y por la solidaridad que mantenéis con las personas que más lo necesitan", ha dicho. Además, les ha animado a seguir manteniendo el símbolo de la fraternidad. Por su parte, el obispo Benavent ha agradecido la amabilidad con la que les ha recibido Francisco, y "el honor" que representa tanto para la diócesis como para la Archicofradía ser recibidos en la Santa Sede. En la misma línea, la alcaldesa de Tortosa ha remarcado la cordialidad con la que se ha desarrollado el encuentro, mientras que Josep Maria Utges ha señalado que "no tenemos palabras" para agradecer este encuentro. Durante la audiencia, han entregado varios obsequios al Papa Francisco, como la insignia que lo distingue como Cofrade de Honor, una imagen de plata de la Cinta o el volumen de libros escritos por el canónigo archivero de la Catedral de Tortosa, mosén Josep Alanyà. Meritxell Roigé también le ha hecho entrega de un libro sobre Tortosa, mientras que la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta le ha entregado una rosa blanca, un símbolo especial para el pontífice, ya que representa la devoción a Santa Teresa de Jesús. Durante toda la visita al Vaticano y en Roma, la comitiva tortosina ha estado acompañada por el capellán Jordi Bertomeu, vicario judicial del obispado de Tortosa y prelado de honor del Papa en la Santa Sede.