El Obispado de Barbastro pide al ministro de Cultura que también aproveche el 155 para reclamar las obras de la Franja

29 de noviembre de 2017 a las 11:30h
El Obispado de Barbastro-Monzón ha pedido al ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, que aproveche la ''coyuntura política'' que ofrece la aplicación del artículo 155 sobre Cataluña para ''poner fin'' al litigio de las 115 obras de arte provenientes de la Franja de Ponent que se encuentran en el Museo de Lleida. De esta manera reclaman que Méndez de Vigo haga como pretende hacer con las 44 obras de Sixena y ordene el traslado a Aragón de los bienes de estas parroquias que habían formado parte del Obispado de Lleida. El Obispado de Barbastro tiene previsto presentar en los próximos días una demanda para ejercer la acción reivindicativa de estos bienes, tal y como ya anunció el abogado Joaquín Guerrero el pasado 31 de octubre tras un acto de conciliación con el Obispado de Lleida donde no se llegó a ningún acuerdo. El litigio con estas 115 piezas se arrastra desde el año 1995 y hasta ahora sólo se había tramitado por la vía eclesiástica.
En el comunicado, el Obispado de Barbastro expresa su ''alegría'' por el hecho de que el conflicto entre el Monasterio de Sixena y la Generalitat ''vea la luz dando cumplimiento a las resoluciones judiciales firmes''. En este sentido, desde el obispado dan la enhorabuena a las hermanas sanjuanistas, propietarias del Monasterio de Sixena, y también al equipo jurídico que ha trabajado para exigir la entrega de las 44 piezas de Sixena que se encuentran en el Museo de Lleida. Una vez emitida la orden sobre los bienes de Sixena por parte del ministro de Cultura, el Obispado de Barbastro le pide que aproveche la ''coyuntura política'' para que pueda interceder ahora sobre el litigio de los bienes de las parroquias de la Franja de Ponent, que se arrastra desde hace más de 20 años. Estas 112 piezas pertenecían a las antiguas parroquias de la Franja de Ponent segregadas en 1995 del Obispado de Lleida. Aquel año, el Vaticano dictó un decreto en el que después de ocho siglos de historia, decide segregar las parroquias de la Franja de Ponent de la Diócesis de Lleida para que pasen a formar parte de la de Barbastro-Monzón. A partir de ese momento, es cuando el obispado aragonés comienza a reclamar en Lleida las obras y piezas de arte originarias de las parroquias de la Franja. Hasta ahora, el conflicto se había desarrollado por la vía canónica.