La consejera de Justicia, Ester Capella, ha visitado este jueves el nuevo juzgado de Lleida después de que las obras de construcción se hayan retrasado seis años a causa de la crisis. Capella ha dicho que el edificio responde al de un "juzgado del siglo XXI" teniendo en cuenta que facilita el trabajo a las personas y también "la protección de las víctimas y los testigos de no cruzarse por los pasillos". El Departamento de Justicia ha construido siete nuevas salas de vistas en la planta baja del edificio judicial, dos de las cuales, se pueden convertir en una sola para acoger juicios multitudinarios. Capella ha apuntado también que "aún nos falta poner en funcionamiento el juzgado número 9, que tratará asuntos de familia, de cara al primer semestre del año que viene". Además ha recordado que "el mérito" es del ex consejero Carles Mundó, quien lo acordó con el Ministerio de Justicia. Ester Capella se ha reunido con el juez decano de Lleida, Eduardo Enrech, con quien también ha visitado las nuevas instalaciones del juzgado del Canyeret. El edificio concentrará la mayoría de las salas de vistas en una única planta y así tal y como ha explicado la consejera "el ciudadano no tiene que peregrinar por el edificio". Así, Capella ha explicado que el edificio responde a un juzgado del siglo XXI sobre todo porque "garantizan la dignidad de las personas que se encuentran inmersas en el procedimiento judicial pero también las víctimas, testigos, a no cruzarse en los pasillos". Las nuevas salas de vistas sustituirán siete salas que hay en las plantas superiores. El espacio liberado irá destinado a un nuevo juzgado de primera instancia y a la nueva oficina judicial, que en el Canyeret aún no tiene fecha para desplegarse. En el resto del edificio aún quedarán otras cinco salas de vistas operativas.
También en la planta baja, Justicia ha construido un archivo con capacidad para más de 5.000 metros lineales de documentos compactos. Los juzgados de Lleida no disponían de archivo y la documentación estaba repartida en diferentes espacios del edificio. El archivo y las nuevas salas de vistas estarán operativas el mes de diciembre. Durante lo que resta de los meses de octubre y noviembre, se equiparán con mobiliario y equipamiento informático.
El acceso principal se ha equipado con una puerta giratoria que mejora el confort térmico del vestíbulo. También se ha instalado un ascensor para personas con movilidad reducida. Tanto el ascensor como la puerta giratoria ya están en funcionamiento.
Por otro lado, también se prevé la creación de una sala de prensa con señal institucional, la instalación de un sistema de megafonía y la adecuación de la Secretaría de Coordinación Judicial. Estas obras, sin embargo, están aún pendientes de licitación. La partida presupuestaria rondará el millón y medio de euros.
Unas obras detenidas por la crisis
El Canyeret es un edificio inaugurado en 1986 en un solar con pendiente. En 2010 se iniciaron las obras de ampliación del equipamiento, con la construcción de una planta baja de 3.000 metros cuadrados que aprovecharían el desnivel del terreno. Las obras debían durar 2 años, pero finalmente han durado 8 debido a la falta de presupuesto. Además del espacio de la planta baja, de las salas de vistas, de un ascensor para personas con movilidad reducida y del archivo, durante este tiempo se ha construido un acceso principal al edificio y se ha sustituido el sistema de climatización de todo el equipamiento. En total, la Generalitat ha invertido 6,5 millones de euros.
Ahora, el Canyeret es un equipamiento de casi 20.000 m2 para usos judiciales. Acoge la Audiencia de Lleida, el decanato, los forenses, 7 juzgados de primera instancia, 4 juzgados de instrucción, 3 juzgados penales, 2 juzgados sociales, el contencioso-administrativo, el de menores, el de violencia sobre la mujer y el de guardia, entre otras instalaciones. El resto de servicios están ubicados en tres edificios más. Dos de ellos en la misma calle Canyeret y el otro en la calle Clavell.
En cuanto a próximas actuaciones, el Departamento de Justicia tiene previsto habilitar un espacio en el edificio para acoger el Juzgado de Primera Instancia número 9, que debe entrar en funcionamiento en 2019. Este nuevo órgano se ocupará de los casos de familia (matrimonios, adopciones, filiaciones, divorcios...), capacidades e internamientos. Es uno de los catorce juzgados que se deben poner en marcha en Cataluña entre este año y el que viene y que, en conjunto, suponen una inversión de 7,4 millones de euros. En este sentido, la consejera ha dicho que "el mérito" en este caso es del ex consejero Carles Mundó, quien acordó esta ampliación con el Ministerio de Justicia "para paliar el déficit de juzgados y jueces en Cataluña", ha dicho Capella.
