Apenas un año después, el Museo de Lleida ha presentado el libro que relata las vivencias de los trabajadores y recoge imágenes inéditas de la operación policial y judicial de aquel 11 de diciembre de 2017. Entonces, agentes de la Guardia Civil y técnicos aragoneses se personaron en el equipamiento cultural para ejecutar la orden judicial provisional que permitiría el traslado a Sixena de 44 obras de arte de la Franja que hasta ese día exponía el Museo leridano. Estas piezas han sido objeto de un litigio de cerca de veinte años entre Cataluña y Aragón. La presentación ha contado con las intervenciones del director del Museo de Lleida, Josep Giralt, la autora del texto, Marga del Campo, de la directora de Pagès editors, Eulàlia Pagès, y del autor de las fotografías del libro, Jordi V. Pou.
Se trata de un relato cronológico en el que se explica cómo vivieron las catorce horas los y las miembros del Museo que se encontraban dentro del edificio. Se definen momentos duros, iniciando la narración con la entrada de la Guardia Civil, con algunos momentos tensos, así como toda la tarea realizada "bajo la mirada de la policía judicial", y poniendo punto y final con la marcha del camión, ya cargado con las 44 piezas de arte, dirección a Sixena.
La autora del texto, Marga del Campo, destaca que el relato "no tendría sentido sin las imágenes que lo acompañan e ilustran perfectamente lo que explicamos en el libro". En la portada del libro se muestra un detalle de una de las fotografías, hechas por Pou durante la entrega de las obras a los agentes estatales y técnicos aragoneses, con el nombre de Sixena escrito por las personas encargadas de salvaguardar el patrimonio en 1936.
Por su parte, el director del Museo, Josep Giralt, está "preocupado" porque desconocen el estado de conservación en que se encuentran las piezas y teniendo en cuenta los "problemas de humedad y de salinidad" que "desde siempre" padece el Monasterio de Santa María de Sixena, donde se exponen desde hace un año, con días y horarios intermitentes, algunas de las obras trasladadas desde Lleida. A raíz de esta preocupación, Giralt explica que han solicitado a Aragón que técnicos del equipamiento cultural catalán puedan comprobar, asesorar y supervisar el estado de las 44 piezas de arte, peticiones que un juzgado de Huesca les ha denegado hasta en dos ocasiones.
