La red de Metro de Barcelona superó este domingo la cifra de 400 millones de validaciones acumuladas desde el 1 de enero de este año, lo que confirma que a final de mes alcanzará holgadamente un nuevo máximo histórico de pasaje. El anterior récord corresponde al año 2017, que se cerró oficialmente con 390,4 millones de viajes. La ampliación de la red (el 8 de septiembre se puso en servicio la Línea 10 Sur), el aumento de oferta con más trenes en circulación y el crecimiento general de la movilidad en el área de Barcelona han hecho posible que esta cifra de 390,4 millones de validaciones se igualara ya el 14 de diciembre pasado. Desde entonces, el Metro ha ido sumando incrementos netos de pasaje y avanzando hacia el máximo anual, que se estima que acabará situándose cerca de los 407 millones el 31 de diciembre, en función del comportamiento de los próximos días. Esto supondría unos 17 millones más de validaciones y un incremento del orden del 4,3% respecto a 2019.
Además, este 2018 el Metro de Barcelona ha batido dos récords más: el de validaciones en un solo mes, 37,94 millones, el octubre pasado, con la ayuda de un calendario favorable por el alto número de días laborables, y el de afluencia en una sola semana, que se logró la semana del 9 al 15 de abril, con 8.876.776 validaciones.
Por su parte, la utilización de la red de autobuses regulares de TMB también está experimentando un aumento sostenido a lo largo de 2018 y todo apunta a que superará el hito de los 202 millones de validaciones a final de año, gracias al impulso que le están dando las nuevas líneas ortogonales y diagonales, definitivamente implantadas desde el 26 de noviembre. El máximo histórico de referencia desde la integración tarifaria es el del año 2007, en que se registraron 203,7 millones de viajes.
Mercedes Vidal, presidenta de TMB, ha dicho que la cifra es una "buenísima noticia" y más aún viniendo de "récords sucesivos en años anteriores". Según ella, este incremento ayuda a luchar contra la contaminación y a hacer una movilidad más sostenible, pero a la vez obliga a un reto muy grande en los próximos años para adaptarse al uso masivo del Metro, lo que "requerirá más inversión y modernización para ofrecer el servicio que merece la ciudad".