El Mercado Central de Reus ha perdido, en los últimos días, toda la afluencia de gente a la que estaba acostumbrado. Debido al estado de alarma en el que se encuentra el Estado, la población se encuentra confinada en casa.
Aunque el Mercado debe estar abierto, ya que el suministro de productos está asegurado, los clientes no van a comprar.
Los comerciantes calculan que las pérdidas son superiores al 70%, desde el día 14 de marzo, que comenzó el confinamiento por el coronavirus. Muchos de ellos han decidido no abrir ya sus puestos, debido a que no les sale a cuenta.
