El Juzgado Contencioso Administrativo Número 1 de Girona ha dado el visto bueno al acuerdo para rebajar el sonido de las campanas de la catedral de Girona y acabar así con el litigio judicial iniciado hace dos años. La jueza ha validado el pacto al que llegaron tres de las cuatro partes implicadas en el caso: el Cabildo de la Catedral, el hotel Històric y el Ayuntamiento. De este modo, el ruido de las campanas se rebajará entre la una y las seis de la madrugada hasta los 50 decibelios y el hotel asumirá parte del coste de la instalación del sistema para reducirlo con 3.000 euros. La interlocutoria de la jueza de lo contencioso deja un plazo de cuatro meses para hacer efectivo el proceso. Por otra parte, la Asociación de Vecinos del Barri Vell ha decidido apartarse del procedimiento a través de un escrito que ha hecho llegar al juzgado.