El Ayuntamiento de Mollerussa prevé que el grueso de las obras de las plazas centrales de la ciudad, como son la del Ayuntamiento, la de Manuel Bertrand y la del Pla d'Urgell, pueda estar terminado a finales de octubre, cumpliendo así con la planificación establecida al inicio de los trabajos a finales de mayo. La voluntad es ir abriendo espacios a medida que sea posible, aunque falten algunos flecos de obra por finalizar antes de que acabe el año. Así lo ha dicho este martes por la mañana el alcalde Marc Solsona en el transcurso de una visita a las obras que ha contado también con la participación de los portavoces de los grupos políticos representantes en el consistorio y las técnicas responsables del proyecto. El consistorio prepara una nueva ordenanza de ocupación de la vía pública para ordenar y hacer homogéneos los elementos y estructuras de las terrazas. Solsona ha destacado que esta ''es una obra de ciudad que cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales'' y que esto le da valor a la hora de entender su magnitud a pesar de las dificultades y las molestias que puedan suponer tanto para los sectores comerciales como para la ciudadanía. ''Estamos convencidos de que los resultados serán muy satisfactorios para todos'', ha dicho Solsona, que ha añadido que se está trabajando conjuntamente con una nueva ordenanza de ocupación de la vía pública que permita ordenar y homogeneizar con el entorno los elementos y las estructuras de las terrazas de bares y cafeterías.
También en esta línea se ha manifestado el portavoz de ERC en el consistorio, Engelbert Montalà, quien ha asegurado que ''como gran proyecto de ciudad es fundamental contar con la complicidad de todos los grupos municipales, ya que se trabaja para el pueblo y el pueblo se encontrará con una ciudad arreglada y con las primeras herramientas para hacerla más competitiva en el ámbito comercial''. Por su parte, la portavoz del PSC, Teresa Ginestà, ha dicho que se suman al proyecto con ''el convencimiento de que el centro comercial ganará calidad y se podrán generar espacios de convivencia para la ciudadanía básicos para crear el hábito de la ciudad''. Asimismo, Joan Simeon, portavoz del PPC, ha dicho que espera que ''los vecinos, una vez terminadas las obras, vean que el pueblo ha mejorado mucho y que ha valido la pena''.
Juegos tradicionales en la calle, una fuente con surtidores e iluminación específica
Por su parte, las dos técnicas responsables del proyecto, la arquitecta Cristina Clotet, y la arquitecta técnica Esther Gatnau, han explicado algunas de las características más significativas del proyecto, entre las que destacan la recuperación de juegos tradicionales como el 'Tres en raya', 'la Rayuela' o el 'Laberinto', pintados en el suelo en la plaza del Ayuntamiento y de Manuel Bertrand. Asimismo, la fuente con surtidores que lucirá en la primera de las plazas, que con la reforma doblará su extensión, será también un espacio de juego para los niños y también incorporará la posibilidad de una iluminación para dar más vistosidad al espacio, que, para ganar con elegancia, también tendrá una baldosa de mayor formato en comparación con el resto de plazas y calles. La idea es crear espacios de convivencia pero preservando que las plazas sean polivalentes y permitan acoger, sin muchos obstáculos de mobiliario urbano, el mercado semanal, que regresará al centro después de las obras, o bien cualquier evento, según han indicado.
Asimismo, han hecho especial mención del pavimento de última generación que se ha instalado en toda esta zona del centro urbano y la alineación que se le ha querido dar con la inclusión de baldosas concretas de color negro para romper con la imagen uniforme, que trazan una línea perpendicular con la iglesia y algunas de las cuales tendrán una iluminación para destacarlas.
También, en este sentido, se han referido a las soluciones técnicas que se ha querido dar para superar los desniveles de la plaza del Ayuntamiento cuando se unifica con la de Manuel Bertrand. Así, el proyecto incluye una zona de gradas en este punto de unión para, aparte de nivelar las dos plazas, crear otro espacio de convivencia para la ciudadanía.
Asimismo, se ha presentado la solución técnica para el pozo, que previsiblemente data del siglo XVIII y que las obras destaparon. La voluntad es que sea un espacio de recuperación histórica que sea visible al peatón a través de un cristal y con una iluminación concreta que lo destaque.