El Gran Recapte superará con creces los resultados de 2021

27 de noviembre de 2022 a las 12:50h

El Banco de Alimentos trabaja a pleno rendimiento para superar las cifras de 2021 a pesar de la subida de precios. La campaña del Gran Recapte espera recoger suficientes víveres para poder abastecer a las familias durante dos o tres meses. El jefe de logística del punto de clasificación de la Zona Franca en Barcelona, Oriol Dolader, ha explicado en declaraciones a la ACN que encaran el fin de semana con “un optimismo moderado”. En este centro se han agrupado durante la tarde unas 200 personas de diferentes edades y se han dedicado a separar y clasificar los diferentes productos básicos de comida, destinados posteriormente a cubrir las necesidades de las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

De hecho, el Banco de Alimentos ha reconocido en un comunicado que los datos obtenidos a lo largo de la tarde en las demarcaciones de Tarragona, Lleida y Girona, así como en las comarcas de Barcelona, hacen prever que se superará "con creces" la cifra de recaudación del año pasado "y se situaría cerca de los 5 millones de euros". Sin embargo, la cifra definitiva no se conocerá hasta dentro de unos días "porque es un recuento complejo por la gran variedad de formatos de donación".

De momento, la sensación es de lo más “positiva” y Dolader subraya que mucha gente se ha volcado a hacer aportaciones físicas en los diferentes centros donde se han instalado los puntos de recogida. Durante dos años – coincidiendo con la pandemia del coronavirus – los supermercados sólo podían hacer la recogida en forma de transferencia económica. Una vía que sólo seis cadenas han mantenido, mientras que el resto han vuelto a recuperar la fórmula de 2019.

“Una transacción económica es una opción más fría, en cambio la unión que se hace a través de la donación de alimentos física es muy bonita”, opina Dolader, que también añade que se trata de un momento que las familias comparten con los más pequeños. Otro punto añadido es la cantidad: “el valor de una bolsa puede oscilar entre los 7 y los 12 euros, un poco superior a las donaciones de 5 euros, por ejemplo”. Además, recuerda que se han encontrado casos de gente que ha ido más allá y ha donado carros de la compra enteros por valores de 60 euros.

Todo ello, llega, pero en un contexto realmente complicado donde los precios se han disparado en comparación con los de 2019. “Los precios están por las nubes, alimentos como la leche que estaban a 0,48 céntimos se han subido hasta los 0,80 céntimos, con la previsión de que puedan llegar al euro”, recuerda el jefe de logística. Además, el número de beneficiarios también ha aumentado. En este caso dan respuesta a las necesidades de 330 entidades con 140.000 personas que dependen de él.

“Estamos dando más alimentos a las personas más necesitadas y, de hecho, a partir del lunes ya empezaremos a repartir desde el almacén. Dependiendo de la cantidad podríamos tener para dos o tres meses”, relata Dolader, “Entendemos que las donaciones puedan bajar, por eso decimos que aspiramos a cifras de 2021”.

Ritmo frenético y muy buen ambiente

Los dos turnos del almacén de la Zona Franca de Barcelona han trabajado durante todo el día a un ritmo frenético, a partir de cadenas de clasificación perfectamente montadas. Embalar, empaquetar, marcar, seleccionar... son las diferentes acciones que han ido alternando a ritmo de música y mucha complicidad entre los equipos, formados por gente de todas las edades.

Había quien se estrenaba como voluntario por primera vez, como Lara Yera, de 13 años, que ha venido con su madre para poner su granito de arena. “Creo que es una buena idea ayudar a la gente que más lo necesita”, señala. En su caso, cuando ha entrado a las cuatro de la tarde ha empezado haciendo cajas y, posteriormente, se ha dedicado a colocar los alimentos dentro. La experiencia ha sido positiva y cree que de cara al año que viene repetirá.

De hecho, otros voluntarios como Francesc Alavedra, han repetido varias veces y, en su caso concreto, ya lleva viniendo a hacer de voluntario de forma consecutiva 11 años. Entre los principales motivos, “el buen ambiente” y la “buena colaboración” que encuentra entre los asistentes. “Queremos ayudar, y hacerlo así nos acaba de motivar porque también nos gusta enriquecernos nosotros”, apunta.

También valora positivamente que sea un trabajo físico, de ritmo rápido, pero sobre todo más necesario que nunca. “Entre la guerra, la crisis, la inflación y la covid, que estamos terminando de salir, hace falta toda esta ayuda”, concluye.

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C CIUTAT
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