El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, ha respondido a la carta que el presidente de la Generalitat le ha enviado advirtiéndole que considera que no ha contestado positivamente al requerimiento que le envió la semana pasada y que, por lo tanto, continúa el plazo establecido hasta el jueves a las 10.00h para que aclare que no declaró la independencia y vuelva a la senda de la "legalidad". "Sigue estando en su mano abrir un nuevo período de normalidad y lealtad institucional que todo el mundo le está reclamando", afirma Rajoy, y "en caso contrario usted será el único responsable de la aplicación de la Constitución". En la misiva, de tres páginas, Rajoy asegura que los llamamientos al diálogo de Puigdemont "no son creíbles" y le insta a comparecer en el Congreso de los Diputados para plantear allí sus demandas. En cambio, cierra la puerta a un diálogo directo entre gobiernos para abordar cuestiones que "exceden mucho" las competencias del presidente del gobierno español.
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado el contenido de la respuesta de Rajoy a Puigdemont en una rueda de prensa donde no ha querido adelantar los siguientes pasos del ejecutivo español y donde ha insistido en que el presidente de la Generalitat "tiene la oportunidad de decir que no ha declarado la independencia" o, en caso de que sea así, de "revocar" esta decisión. La propuesta de diálogo de Puigdemont no es "creíble" La carta que el presidente del gobierno español dirige a Carles Puigdemont, a la que ha tenido acceso la ACN, comienza con un protocolario "estimado presidente:" y "lamenta" en primer lugar que Puigdemont haya optado por "no contestar el requerimiento" y evite dar de este modo una "aclaración absolutamente necesaria". "No sólo el gobierno de España, sino todos los catalanes tienen derecho a saber con certeza si su declaración del 10 de octubre y la firma posterior de un documento redactado en términos inequívocos implican la declaración de independencia, al margen de que ésta se encuentre en vigor". Los llamamientos de Puigdemont al diálogo "no son creíbles" En este sentido, asegura que los llamamientos al diálogo del presidente de la Generalitat "no resultan creíbles" cuando Puigdemont "se niega a hablar con una parte importante de esta sociedad a través de sus legítimos representantes que siendo –como usted dice- menos en número de escaños representan –como usted oculta- a un número mayor de ciudadanos en votos". "Uno de los indicadores que definen la calidad de una democracia es el respeto a la oposición", le recuerda. Le invita al Congreso Rajoy, que dice no hablar sólo en nombre del gobierno español sino de una "gran mayoría" de diputados que el 11 de octubre dieron "apoyo a las actuaciones del gobierno en defensa de la legalidad", invita a Puigdemont a asistir al Congreso para plantear "las demandas que usted ha venido planteando y que, como le he explicado todas las veces que ha querido dialogar conmigo, exceden en mucho mis competencias". "Le invito de nuevo a comparecer en el Parlamento y trasladar sus demandas a los legítimos representantes de la soberanía nacional, que son los únicos que las pueden atender", afirma. Le emplaza a actuar en "las horas que quedan" Por este motivo Rajoy emplaza a Puigdemont a actuar en "las horas que quedan hasta que se cumpla el segundo plazo" para "responder con la claridad que todos los ciudadanos exigen el derecho requiere". En este sentido le advierte que el requerimiento "supone el paso previo" al 155, pero niega que implique la suspensión del autogobierno (como dice Puigdemont en su carta) y asegura que supone "la restauración de la legalidad en la autonomía". "Le recuerdo una vez más que aún tiene margen para contestar de forma clara y sencilla al requerimiento que le remití el miércoles" y que "sigue estando en su mano abrir un nuevo período de normalidad y lealtad institucional que todo el mundo le reclama". "En caso contrario, usted será el único responsable de la aplicación de la Constitución", concluye. En todo caso asegura que el requerimiento es "una oportunidad de reconducir el grave deterioro de la convivencia que se vive en Cataluña, para que la Generalitat vuelva a la ley y, a partir de ahí, se recupere la normalidad institucional entre administraciones". Según Rajoy, "la vuelta a la legalidad" es necesaria para que exista "cualquier diálogo democrático" e implica el respeto al "orden constitucional" y al Estatuto de autonomía, que han sido "gravemente lesionadas por las actuaciones de su gobierno en las últimas semanas". Rechaza que exista tal "conflicto histórico" Rajoy también rechaza una de las premisas del discurso de Puigdemont, la existencia de un "conflicto histórico" entre Cataluña y el Estado. Según Rajoy, "nunca en toda su historia los ciudadanos de Cataluña han disfrutado de más libertades y de más autonomía política y financiera que durante esta etapa democrática" y "el único conflicto que existe en este momento en Cataluña es un conflicto de legalidad". El presidente español también rechaza que los resultados del 1-O sean fuente de ninguna actuación porque la consulta "nunca fue válida". En este sentido asegura que no puede responder tampoco por la suerte de los presidentes de Òmnium Cultural y la ANC, Jordi Sánchez y Jordi Cuxart –a los que no cita- porque él no puede "interceder, ni siquiera valorar, las actuaciones de otros poderes del Estado". "Le recuerdo que todos estamos sujetos al imperio de la ley y obligados a respetar o acatar las resoluciones de los tribunales". "Fractura de la sociedad" Rajoy asegura que las actuaciones de Puigdemont "están generando una importante fractura en la sociedad catalana y una enorme incertidumbre económica que pone en riesgo el bienestar de los ciudadanos", como lo demuestra, apunta, que "algunas agencias de calificación ya están planteando la posibilidad de que Cataluña caiga en la recesión si se prolonga esta situación de inestabilidad!". Sáenz de Santamaría dice que la incertidumbre beneficia a los radicales En su rueda de prensa donde ha defendido esta posición, Sáenz de Santamaría ha advertido a Puigdemont que "prolongar la situación de incertidumbre sólo favorece a los que quieren liquidar la concordia cívica e imponer un proyecto radical y empobrecedor en Cataluña". Por este motivo le ha emplazado a aprovechar "las horas que le quedan" hasta el jueves a las 10h para "responder con claridad" porque "no confusión no se entiende" si no es que responde "a sus apoyos más radicales" que creen que hay que llevar "la situación al límite". Según la vicepresidenta, Puigdemont tiene aún una "oportunidad de rectificar, ser claro, volver a la legalidad y formular sus planteamientos donde radica la mediación: en el Congreso". "Nada le niega el diálogo, pero se tiene que hacer dentro de la ley, con la máxima claridad y en el Congreso", ha dicho. "No avanzaremos pasos" La vicepresidenta se ha negado a concretar cómo actuará su ejecutivo en esta segunda fase del requerimiento, donde "entendemos que tiene que revocar esta declaración si insiste en no contestar", y ha apuntado que concretar las medidas del 155 sólo beneficiaría a los "radicales". En cuanto a la reunión que ha pedido Puigdemont, Sáenz de Santamaría ha afirmado que la petición está dirigida "más a los de fuera que a los ciudadanos de Cataluña". Según la vicepresidenta, la carta "está más escrita para ver si convence a alguien fuera que para dar una respuesta a los ciudadanos". Puigdemont pide cosas que corresponden al conjunto de la ciudadanía y que no puede autorizar ningún presidente del gobierno. Se le está dando un campo amplísimo que está avalado por una mayoría muy generosa de la cámara.