El gobierno del Ayuntamiento de Torredembarra, formado por ERC, PSC y ABG, ha evitado la reprobación del concejal de Acción Social y Cooperación, Lluís Suñé (ABG), que está acusado de un presunto fraude eléctrico de más de 3.000 euros en el bar que regentaba, entre los años 2012 y 2016. Aunque la compañía Endesa lo denunció en los juzgados de El Vendrell el pasado octubre, Suñé ha negado los hechos durante el pleno extraordinario que se ha celebrado este miércoles para tratar esta cuestión. El concejal ha defendido que no ha "pinchado ni manipulado la luz" y que los hechos corresponden a "un conflicto dentro del ámbito privado". Durante el debate, la mayoría de grupos de la oposición han pedido la dimisión del concejal, que es el encargado de los asuntos de pobreza energética, e incluso la renuncia del alcalde, Eduard Rovira (ERC), por falta de transparencia.
El alcalde ha defendido que de momento solo existen sospechas y ha evitado pronunciarse sobre los hechos porque son "confusos" y se encuentran dentro del ámbito privado. El alcalde también ha acusado a la oposición de aprovechar cualquier ocasión para forzar la ruptura del pacto de gobierno y ha insistido en que su prioridad es garantizar la estabilidad del consistorio. En febrero del año pasado, el Ayuntamiento de Torredembarra ya celebró un pleno extraordinario sobre esta misma cuestión. La sesión, sin embargo, se acabó suspendiendo ante la aparición de un documento de reconocimiento de deuda atribuido a Suñé. La oposición ha criticado duramente al concejal, al alcalde y al conjunto del gobierno porque, a su parecer, en los últimos once meses han evitado dar explicaciones para que el caso cayera en el olvido. Los cinco concejales de Cs, PP y Avui Democràcia han sido los únicos que han votado a favor de la propuesta que ellos mismos habían presentado, mientras que los concejales de la CUP y los dos concejales del PDeCAT y Unió se han abstenido. Los cuatro concejales de ERC, los tres del PSC y el propio Lluís Suñé (ABG) se han opuesto, con lo cual la propuesta ha quedado rechazada después de dos horas y media de debate. Por su parte, la concejala Clara Solivellas (ABG) ha seguido el pleno entre el público dado que es la abogada de su compañero de partido.