Mientras los servicios jurídicos del Consell Comarcal de la Ribera d'Ebre y el Departament de Territori buscan a contrarreloj cualquier resquicio legal o defecto de forma que permita detener la implantación del depósito de residuos industriales no peligrosos en Riba-roja d'Ebre, el Ayuntamiento y la empresa promotora Lestaca han ampliado el convenio para construir un segundo centro de valorización, que creará una treintena de nuevos puestos de trabajo en el municipio. Se trata de una planta de despolimerización catalítica, que el grupo Griñó ya está desarrollando en Constantí (Tarragonès) y que consiste en el tratamiento mecánico de determinados residuos que no se pueden reutilizar o reciclar para que no sea necesario depositarlos en el vertedero. El Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre y la empresa Lestaca –UTE formada por la leridana Griñó y Urbaser, impulsora del proyecto-, han ampliado el convenio de prestaciones para la construcción del depósito controlado de residuos industriales de clase II (no peligrosos) de las Valls. El nuevo acuerdo prevé construir una segunda planta de valorización, con "tecnología innovadora", donde se crearán treinta nuevos puestos de trabajo directo y otros indirectos. La ampliación del convenio, que se aprobó a finales de 2018, se aprobará en el próximo pleno municipal, "formalizando así el acuerdo de esta nueva inversión en el municipio", como explica el consistorio en un comunicado.
La nueva instalación que se incluye en el proyecto permitirá convertir plásticos "en combustible líquido o para la reutilización", a través de diferentes tecnologías. Se trata de la despolimerización catalítica, una técnica que el grupo Griñó ya desarrolla en la planta de Constantí y permite recuperar residuos sólidos que irían al depósito pero que se transforman en combustible de alto poder calorífico, utilizado como sustitutivo de algunos combustibles fósiles. Según explica el consistorio y Lestaca, esta tecnología ha sido premiada y reconocida por varias organizaciones, entre ellas el Life Program de la Comisión Europea del año 2014. La empresa defiende que "es una tecnología de futuro y con una base de conocimiento amplia que se sigue desarrollando y optimizando".
Unanimidad a favor del vertedero Con la ampliación del convenio y el incremento de los puestos de trabajo que se crearán, el Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre defiende con unanimidad el proyecto del vertedero, una vez se ha sumado el grupo Progrés Municipal (PM). El portavoz de este grupo, José Luís Aparicio, había negociado el proyecto con Urbaser en el año 2008. A pesar de seguir apoyando la construcción del depósito, votaron en contra del nuevo convenio porque, respecto del convenio inicial de 2008, se rebajaba el número de puestos de trabajo previstos. Con los catorce acordados para la planta de triaje y los treinta del nuevo centro de valorización que se acaba de anunciar, se recupera la cuarentena de puestos de trabajo prometidos en el convenio inicial de hace una década.
Las contraprestaciones económicas para el Ayuntamiento, para poder explotar durante 21 años el depósito de residuos y los centros de valorización, son de unos 10,5 millones de euros, con mínimos anuales de 240.000 euros los tres primeros años, y de 265.000 euros a partir del cuarto. También se prevé mantener un precio de 3 euros por tonelada "en el caso improbable" de que se lleven residuos urbanos.
Los vecinos dejarán de pagar la tasa municipal de la basura a partir de este año y se invertirán 4 millones de euros en un vial de acceso al camino de Maials que convertirá esta vía de evacuación del Plan de Emergencias Nuclear (PENTA), en una carretera independiente de la futura carretera de Almatret, también en trámite.
El proyecto tiene la licencia medioambiental desde 2012 y la licencia urbanística desde 2013. En diciembre se compraron los terrenos, en la partida de las Valls, y se tramitó el permiso de obras en el Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre.
