El bajo caudal del Ebro que lleva semanas afectando al río durante esta primavera ha hecho que la presencia de algas se haya incrementado, dificultando también la navegabilidad. El año pasado, el Instituto para el Desarrollo de las Comarcas del Ebro (Idece) adquirió una embarcación que permite cortar y recoger las algas de una vez, pero este año el bajo caudal que tiene el río, con 90 metros cúbicos por segundo este martes en Tortosa, hace inviable que pueda llegar a todos los rincones. Es por eso que la Generalitat ha decidido doblar esfuerzos y recuperar la máquina para segar algas que se utilizaba antes.
Para evitar que las algas cortadas bajen río abajo hasta la desembocadura, se ha comprado una barrera flotante que permitirá detener las algas y recogerlas manualmente. Desde esta misma semana se intensificará esta recogida de plantas, principal hábitat de las larvas de la mosca negra.
El delegado del Gobierno en las Tierras del Ebro, Xavier Pallarès, ha calificado de "dramática" la situación que está viviendo el tramo bajo del Ebro con cifras de caudal por debajo de mínimos que se alargan en el tiempo. "Nos está provocando problemas con la navegabilidad pero también con las algas", ha añadido.
El refuerzo en la actuación para intentar intensificar esfuerzos para combatir el creciente número de algas del río, parecidas a alfombras, se aprobó en el último consejo rector del Idece, celebrado hace diez días.