El Ayuntamiento de Torrefarrera ha cerrado la liquidación del ejercicio 2016 con un superávit de 230.124 €, que refuerzan la situación financiera del Consistorio. El Ayuntamiento, que además este año ha congelado los tributos por sexto año consecutivo, ha tenido unos ingresos de 4.082.482 €, y unos gastos de 3.852.358 €.
El endeudamiento se ha cerrado en 2.158.697 €, que se reduce al 67%, a pesar del préstamo al 0% firmado para cambiar el alumbrado, y que se amortizará solo por el ahorro.
El remanente de tesorería, que son los fondos líquidos que tendría una corporación después de haber cobrado y pagado todo lo pendiente, ha aumentado en 299.547 €, y ha quedado en 1.111.693€. Es destacable que, desde el año 2011, esta cantidad casi se ha triplicado.
El alcalde, Jordi Latorre, ha expresado su satisfacción por el resultado positivo, que les "permite mantener un nivel de servicios muy alto sin haber subido los tributos, y a la vez hacer las inversiones necesarias".
Latorre, sin embargo, se ha quejado de que "los presupuestos del Estado no prevean la aplicación de este superávit a inversiones necesarias, hecho que supone un castigo a los habitantes de los municipios que han hecho bien el trabajo, penalizando así la buena gestión". Y ha deseado que los ayuntamientos que cumplen todos los requisitos de gestión puedan destinar los superávits a las inversiones necesarias en sus municipios.