El Ayuntamiento de Tarragona sanciona a 8 personas por tirar muebles a la calle

24 de marzo de 2020 a las 11:21h

El Ayuntamiento de Tarragona ha impuesto 8 sanciones a personas por tirar muebles, neveras o bañeras durante la alerta por Covid-19. "Cada día estamos recogiendo más de dos toneladas de voluminosos. No podemos aprovechar el confinamiento para desmontar la casa y dejarla en la calle", denuncia el concejal de Limpieza, Jordi Fortuny. "Los infractores están siendo sancionados y así continuará siendo hasta que este pequeño porcentaje de la ciudadanía tome conciencia de que está poniendo en riesgo la seguridad del personal de Limpieza", añade. Por este motivo, el departamento de Limpieza del Ayuntamiento de Tarragona cuenta con la complicidad de la Unidad de Medio Ambiente de la Guardia Urbana, que dedica muchos de sus esfuerzos a controlar este tipo de acciones incívicas. El fin de semana fueron 6 las personas sancionadas y ayer dos más.

"Es hora de cuidarse, es hora de quedarse en casa y es hora de cuidar a los trabajadores que recogen los voluminosos, porque cuando una persona baja un mueble a la calle no piensa que para recogerlo se necesitan dos personas dentro de un mismo vehículo para recoger este tipo de trasto y que se necesitan dos personas más del servicio de recogida de basura porque la mayoría de los muebles los dejan apoyados en los contenedores y hay que bajar del camión, separar el trasto para poder levantar el contenedor y vaciarlo en el vehículo", explica.

Las medidas de seguridad decretadas por el protocolo contra el Covid-19 se extienden al servicio de limpieza de la vía pública y de la recogida de las basuras. Por ello, el Ayuntamiento de Tarragona desde el primer día decretó los servicios mínimos esenciales para la recogida de los residuos urbanos. Además, siguiendo las indicaciones de la OMS, en la mayoría de servicios hay un único operario para evitar contagios. Por eso, entre otras medidas, se ha suspendido el servicio de voluminosos, ya que es una tarea que implica la participación de dos empleados. La planta de reciclaje municipal, situada en el polígono de Riuclar, y las plantas de reciclaje móviles también han dejado de funcionar. "La gente no es consciente del problema, deben ayudarnos porque el egoísmo de unos nos perjudica a todos", concluye el concejal Fortuny.

Asimismo, a partir de hoy todos los contenedores –tanto los de superficie como los soterrados- tienen un adhesivo donde se recuerda a la ciudadanía que la sanción por dejar muebles y otros desechos de gran volumen en la calle es de 300 euros.