El Ayuntamiento de Reus fue víctima de un intento de fraude

23 de mayo de 2018 a las 16:38h
Ante la información surgida, según la cual el consistorio reusense habría sido víctima de una estafa en manos de una banda de ámbito europeo, el concejal de Hacienda, Joaquim Enrech ha confirmado que "el Ayuntamiento de Reus fue objeto de un intento de fraude". Sin embargo, el concejal ha negado que, finalmente, se produjera la estafa, ya que los servicios municipales lo detectaron cuando la banda organizada envió documentación suplantando la identidad de una empresa proveedora del ayuntamiento, pidiendo que se cambiara el número de cuenta. Por lo tanto, el consistorio fue víctima de una estafa en grado de tentativa, la cual se denunció a los Mossos d'Esquadra. "El intento de fraude fue detectado", ha asegurado Enrech en referencia a la información que situaba al consistorio reusense como "víctima" de una banda europea. Los hechos tuvieron lugar durante el mes de junio del año pasado cuando la banda de estafadores envió un mail al ayuntamiento para cobrar una factura como si fuera una de las empresas proveedoras que trabaja con el consistorio. La dirección electrónica, sin embargo, no era la indicada, y los servicios municipales detectaron esta irregularidad, la cual se denunció a los Mossos d'Esquadra. Por lo tanto, "el pago no se hizo" y "ningún proveedor del ayuntamiento ha tenido ningún perjuicio", como ha asegurado el concejal de Hacienda. Más seguridad Enrech también ha puesto de relieve que este caso "evidenció que los sistemas de control que teníamos en aquel momento ya eran suficientes". Sin embargo, y ante una situación de intento de fraude, el consistorio decidió reforzar las medidas de seguridad, como el requerimiento de un certificado digital para cambiar el número de cuenta de los proveedores, que se pide actualmente. La organización actuaba en varios ámbitos La banda de estafadores europea actuaba mediante técnicas de ingeniería social y lo hacía en varios ámbitos, tanto a administraciones públicas haciéndose pasar por proveedores a quienes se debían dinero como a particulares con falsos anuncios de alquiler de viviendas o el 'phishing'. La organización, sin embargo, ha estado desmantelada gracias a una operación conjunta entre los Mossos d'Esquadra, la policía española y la Policía de Rumanía.