En plena temporada de nidificación de la tortuga marina, el Ayuntamiento de Altafulla ha puesto en marcha una campaña de difusión para su protección. Y es que la tortuga boba o tortuga careta es una especie en peligro de extinción, por lo que es importante detectar sus nidos para protegerlos. La temporada de puesta, y cuando se pueden detectar los animales en las playas, de hecho, comienza en el mes de junio y se alarga hasta septiembre.
En este sentido, a instancias del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, el área de Medio Ambiente de Altafulla ha instalado diversa información sobre todo lo que se debe hacer en caso de detectar su presencia. Por eso, desde este viernes, los paneles informativos de la playa, el Club Marítimo y la Oficina de Turismo de la plaza de los Vientos hacen una serie de recomendaciones y dan instrucciones de cómo actuar en cada caso.
La co-alcaldesa y concejala de Medio Ambiente de Altafulla, Alba Muntadas, explica que "además, el Ayuntamiento está preparado con material diverso como varas y cinta para abalizar si fuera necesario señalizar alguna puesta en la playa". Muntadas, insiste también en la "rápida actuación, sobre todo en plena temporada turística, si se detectan rastros de tortuga marina", y que "inmediatamente y sin pensárselo dos veces hay que llamar al teléfono de emergencias 112".
La tortuga boba es una especie considerada en peligro de extinción y catalogada como vulnerable y por eso está protegida. De hecho, en el litoral tarraconense existen algunos proyectos e iniciativas de divulgación, sensibilización y protección de la tortuga boba. Un ejemplo de ello es la Red de Voluntarios por la Tortuga en Tarragona, en la que colaboran diferentes entidades ambientales que llevan a cabo tareas en el litoral municipal, como es el caso de la Asociación Medioambiental La Sínia de Altafulla.