El Ayuntamiento de Reus ha adjudicado a la empresa Agrovial S.A. los trabajos correspondientes a la segunda y última fase de remodelación y mejora de la plaza de Catalunya, por un importe de 145.777,81 euros sin IVA. El proyecto afecta al entorno del monumento a Joaquim M. Bartrina y tiene como finalidad renovar la distribución y el uso del espacio público de esta zona de la ciudad en consonancia con las mejoras realizadas durante el año 2015 en la zona más cercana a la plaza del Mercadal.
La segunda fase de la remodelación de la plaza de Catalunya ha separado las obras a ejecutar en dos contratos, dada la especificidad de los trabajos de restauración del monumento: la restauración del monumento (ya ejecutada) y la renovación del pavimento y el mobiliario urbano.
La reforma y mejora de los espacios de la plaza de Catalunya forma parte de un proyecto que ejecutan conjuntamente las concejalías de Urbanismo y Vía Pública. Tal y como recuerda el concejal de Urbanismo, Marc Arza, durante la realización de esta segunda fase "los pavimentos y el mobiliario que se instalarán mantendrán la estética y características técnicas de las obras ya realizadas". Las aceras y la zona de la plaza se pavimentarán con piedra natural de diferentes tipos y formatos, siempre sobre una base de hormigón. En cuanto al mobiliario urbano, se instalarán bolardos fijos y móviles para evitar el aparcamiento descontrolado de vehículos y regular su paso.
La restauración del monumento El Ayuntamiento de Reus culminó el año pasado las obras de restauración del monumento dedicado a Joaquim M. Bartrina, ubicado en la plaza de Catalunya. Las obras de restauración del monumento las llevó a cabo la empresa Recop, que se adjudicó los trabajos por un importe de 26.705,70 euros. Las obras consistieron en la limpieza del busto de bronce del poeta reusense, y la sustitución o reparación, según los casos, de la base de piedra.
Primera fase, en el año 2015 La primera fase de los trabajos de remodelación parcial de la plaza de Catalunya, así como la señalización de los restos de la muralla medieval que quedaron al descubierto a raíz de las obras, se terminaron el mes de julio del año 2015. El objetivo de la obra fue dar protagonismo a los peatones por encima de los vehículos; con aceras más anchas y a un solo nivel que permitan dar continuidad al "tomb de ravals", y que se pueda pasear sin interrupción entre el "raval del Pallol" y el "raval de Santa Anna". En esta misma línea de diseño hay que enmarcar las mejoras de la segunda fase de la plaza.
