La ciudad de Lleida ha recordado hoy con un acto conmemorativo en la Seu Vella la caída de la ciudad en manos de las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión, hace hoy justamente 312 años. El acto, que ha sido presidido por el alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, el presidente de la Diputación, Joan Talarn, y el delegado del Gobierno, Ramon Farré, ha contado con una conferencia a cargo del historiador Antoni Passola, profesor titular de Historia Moderna en la UdL, titulada "Lleida en las postrimerías del régimen foral: siglo XVII".
La conferencia ha dibujado el mapa de la Lleida de la época moderna, previa a las transformaciones que provocaron la Guerra de Sucesión y el Decreto de Nueva Planta. Passola ha destacado en su discurso cómo el siglo XVII en Lleida está marcado, después del esplendor del siglo anterior, por una clara decadencia, a causa de la crisis económica, demográfica, social y política que arranca ya en la última década del siglo XVI, y que se ve agravada por los efectos de la Guerra de los Segadores y la peste, hasta tocar fondo entre 1640 y 1660. En el último tercio del siglo, la ciudad vive una cierta recuperación fruto de la mejora de las cosechas, sin llegar a los niveles anteriores, que se ve truncada por la Guerra de Sucesión y el decreto de Nueva Planta, que agravó las tendencias hacia la oligarquización que ya vivían las élites de la ciudad y que rompió con su tradición foral.
Por su parte, el paer en cap ha querido destacar la importancia de "recordar y poner en valor los hechos históricos que más han marcado la ciudad, de proteger la memoria como una parte de la cultura propia", para "inspirar un presente y un futuro basado en la cultura de la concordia y la convivencia".
"Vivimos en un momento crítico y difícil. Nuestro compromiso desde el gobierno de la ciudad debe ser por el diálogo, por hablar y escuchar a todo el mundo. Creo que en el momento actual, la única alternativa justa y realista es volver siempre a la política, el diálogo y la negociación aunque algunas veces nos parezca una carrera de fondo o de relevos. Tenemos que cerrar heridas, reconciliar, asumir, comprender, pedir perdón, perdonar, pero no olvidar nunca", ha afirmado el alcalde.
Pueyo ha querido resaltar también que la caída de Lleida en 1707 "nos lleva a homenajear la intrínseca capacidad de resistencia y de lucha de los catalanes y las catalanas para mantener viva la identidad propia, cultura, lengua, instituciones, y la fuerza de su sociedad para conseguir recuperarla, a pesar de los momentos más adversos". Además, el alcalde ha reseñado como "el Turó de la Seu Vella constituye no sólo el emblema más querido por los leridanos y leridanas, la síntesis más completa de nuestra historia, sino que también es reconocida en todas partes por su valor artístico y patrimonial y también como uno de los escenarios de la Guerra de Sucesión".
La conferencia también ha contado con la presencia de los tenientes de alcalde Jaume Rutllant y Paco Cerdà.