Ecologistas en Acción denuncia que la central Vandellós II funciona de forma peligrosa

05 de marzo de 2018 a las 11:30h

Ecologistas en Acción denuncia que la central nuclear de Vandellós II (Tarragona) debería haber parado un mínimo de dos semanas antes de lo que lo hizo, el día 2 de marzo de 2018, por una fuga del circuito primario que afecta a la barrera de presión. La normativa no permite ninguna fuga de este tipo y obliga a detener la central instantáneamente, pero el CSN ha pecado de permisividad. El incidente debe ser clasificado al menos como nivel 1 en la escala INES.

El propietario de la central de Vandellós II (Tarragona) acaba de detener la nuclear para reparar un goteo del circuito primario, dentro del recinto de contención. El agua contaminada se ha detectado en un imbornal. Ecologistas en Acción ha podido saber que la fuga procede de la barrera de presión de este circuito. En este caso, y según las especificaciones técnicas de funcionamiento (ETF), la central debería haberse detenido cuando se detectó la fuga, dado que el límite permitido para esta fuga es cero. Pero a pesar de ello, la central siguió operando pese a haberse detectado la fuga desde hace al menos dos semanas.

El reactor de Vandellós es del tipo agua a presión (PWR). En este modelo de central, el agua de refrigeración alcanza presiones de unas 120 atmósferas, lo que evita la ebullición aunque las temperaturas que se alcanzan están muy por encima de los 100º C, pudiendo alcanzar los 300ºC. La barrera de presión del circuito primario está constituida por todos los elementos de este que contienen agua a alta presión y su integridad es clave porque una fuga puede dar lugar a que la fuga aumente de tamaño y se produzca el accidente conocido como una BOJA (Loss of Cooling Access, es decir pérdida del acceso del refrigerante). Dada la peligrosidad que conllevan estas fugas, las ETF dictan que la central debe detenerse cuando se detecte la más mínima fuga. Sin embargo Vandellós ha continuado funcionando hasta el 2-II-2018, pese a las advertencias de los inspectores.

La cúpula del CSN aceptó la explicación de la empresa según la cual la fuga no procede necesariamente de la barrera de presión, pese a las afirmaciones de los inspectores de este organismo. En la nota del CSN se llega a decir que la fuga está por debajo de lo permitido, cuando cualquier fuga de la barrera de presión, por pequeña que sea, es inaceptable. El CSN ha calificado el incidente como de nivel 0 en la escala INES. A pesar de ello, el goteo debe ser considerado al menos como nivel 1 (anomalía).

Esta actitud del CSN como de exceso de permisividad con los titulares de las centrales, en lugar de mostrar rigor siguiendo las sugerencias de sus técnicos e inspectores, facilita que aumente la inseguridad, especialmente en estos momentos en que las centrales españolas están cada vez más envejecidas y se está discutiendo la continuidad del parque nuclear español.